Agricultura

El ‘boom’ de la algarroba se deshincha

La caída de la demanda hundirá su valor muy por debajo del euro por kilo en Ibiza

La industria alimentaria ha buscado alternativas más económicas a la goma de garrofín

Imagen de la nave de la Cooperativa Agrícola de Sant Antoni en la campaña de la algarroba de 2021. | D.I.

Imagen de la nave de la Cooperativa Agrícola de Sant Antoni en la campaña de la algarroba de 2021. | D.I. / josep àngel costa. eivissa

Tal y como se temía el sector, la constante subida del precio de la algarroba que se repetía desde las últimas temporadas ha llegado a su fin. La próxima campaña, que en Ibiza comienza en septiembre, supone más que un desplome de su valor, «una vuelta a la normalidad», como precisa el gerente de la Cooperativa Agrícola de Sant Antoni, Juan Antonio Prats.

Aunque el precio que se pagará a los productores aún está pendiente de cerrarse, Prats avisa de que estará muy por debajo del euro por kilo, mientras que la temporada pasada alcanzó la cifra récord de 1,20 euros. En 2017, cuando despegaba la revalorización de este fruto, los productores de Ibiza cobraban 0,27 euros.

El valor de la algarroba se debe a la goma de garrofín que se extrae de sus semillas y que se aprovecha, por sus cualidades espesantes y gelificantes, principalmente en la industria alimentaria, aunque también en los cosméticos o en la fabricación de papel, entre otros usos.

La UE detectó restos de óxido de etileno en productos alimentarios que usaban un garrofín procedente de Turquía

Además, hay otro factor que ayudó a que el año pasado batiera récord el precio de la algarroba por estos lares. La UE detectó restos de óxido de etileno en productos alimentarios que usaban un garrofín procedente de Turquía, principalmente helados. «Así que el de Europa se revalorizó aún más», recuerda Prats.

La alta demanda de este producto, además de disparar el precio de la algarroba, ha acabado provocando su desplome porque, ante su encarecimiento, los clientes han buscado alternativas mucho más económicas. Como informaba este diario el pasado mes de febrero, los expertos ya advertían de que la goma guar, más económica, estaba ganando terreno rápidamente. «Se había llegado a unos precios astronómicos, demasiado elevados, hasta que la industria alimentaria ha echado el freno», apunta Prats. «El garrofín llegó a estar entre los 10 y 12 euros el kilo, pero se encuentra a cuatro», apostilla».

Rendimiento

Las principales cooperativas mallorquinas ya avisaban la semana pasada de este desplome ante el inminente inicio de la cosecha en la isla vecina. En Ibiza, «por razones logísticas, empezamos más tarde, en septiembre», detalla Prats.

"Se prevé que la cosecha va a ser buenísima, con mucha producción"

Los productores mallorquines se verán incluso más afectados, ya que allí su cosecha se paga a un precio superior, hasta dos euros el kilo el año pasado. No se trata de ninguna discriminación vecinal. «La algarroba de Ibiza no tiene tanto rendimiento y no se obtiene tanto garrofín como con la de la mayoría de plantaciones de Mallorca», precisa Prats.

A pesar de la caída de precios, hay alguna parte buena para los productores. «Se prevé que la cosecha va a ser buenísima, con mucha producción». Debido a la vecería, el año pasado solo se recogieron 570 toneladas, mientras que en 2021 se obtuvieron más de 1.300 toneladas, recuerda el gerente de la Cooperativa de Sant Antoni. Este año vuelve a tocar abundancia.

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