Tres años del mercado que nació por culpa del confinamiento

El Mercat de sa Cooperativa, fundado en julio de 2020 como tabla de salvación del sector primario, cumple su tercer aniversario

Reúne una docena de puestos especializados todos los viernes por la mañana

Tan solo 40 días después de que se levantara el primer estado de alarma por el covid se fundaba el mercado de la Cooperativa agrícola de Sant Antoni. Nacía como impulso a los productores locales, que pasaban más que apuros por el parón de la actividad, pero todos aventuraban que la iniciativa tendría vocación de continuidad.

Para Rocco Bertinetti fue casi una tabla de salvación, ya que hacía menos de un año que había empezado con su proyecto de explotación ecológica, Els Corondá d’en Cellerás. En febrero de 2020 hizo su primera plantación de fresa silvestre, su apuesta para encontrar un hueco en el mercado ibicenco. El 14 de marzo se anunciaba el confinamiento, que aún se mantenía cuando llegó la cosecha.

«Nos encontramos con mucha hotelería cerrada y muchas dificultades para colocar el producto que habíamos pensado de cara al turismo, a hoteles y restaurantes. La verdad es que, en ese momento, el mercado fue nuestra gran ayuda», recuerda con alivio.

"Era una oportunidad de no sufrir aglomeraciones y es más agradable comprar aquí al aire libre que en una tienda"

La caravana de coches que acudió a la inauguración del Mercat de sa Cooperativa, el 31 de julio de 2020, dejaba claro que también suponía una oportunidad para salir de la rutina entre los consumidores. Inés Castelló sigue viniendo todos los viernes desde aquellos primeros días.

«Para mí era una oportunidad de no sufrir aglomeraciones y es más agradable comprar aquí al aire libre que en una tienda. Además, el producto es más fresco y mucho mejor».

El toque de la hierbabuena

Castelló va pasando por diferentes puestos y llevando la compra hasta el coche, donde no falta la sandía. En su tercer viaje, lleva una caja de cartón con nectarinas, tomates cherry, aguacates y mucha hierbabuena. «Me encanta poner unas hojas en la ensalada, porque me da sensación de frescura. También la trituro con limón y agua para hacer refrescos».

Raimon Torres, de Tierra de Ibiza, solo faltó al mercado el día de su inauguración. «Nos supuso un empujón importante al sector primario, pero también se notaba que la gente tenía ganas de alimentarse mejor, con productos de proximidad y kilómetro cero». Como buena parte de los vendedores, él es productor ecológico y encontró en la agricultura un proyecto vital que le llena más que su anterior trabajo en la hostelería.

Las hortalizas estrella de estas fechas son las sandías y los tomates para gazpacho, pero Torres también destaca una de las variedades tradicionales distinguida con el sello ‘Sabors d’Ibiza’: la cebolla roja, aplanada y de tonos morados que se acentúan al llegar al tallo. «Para los productores es una pasada, porque no consume tanta agua. Pero, sobre todo, es muy dulce y un lujo para las ensaladas o el trampó».

Fina Prats y Maribel Juan, socias en la finca de Can Fontet y dos de las fundadoras de la Cooperativa Ecofeixes, también apuestan por «fomentar y recuperar las variedades locales». Además de la ceba vermella, ahora es temporada de la pebrera blanca, gruesa y con más agua, la clave para realzar un buen trampó. «Tiene un sabor suave, no es fuerte como el pimiento verde fino y es ideal para comer crudo, en ensalada o gazpacho», detallan. En poco tiempo, dispondrán de otra variedad local en su puesto, el meló eriçó.

"Lo que encuentras no tiene nada que ver con lo de fuera, se nota solo por el olor"

Prats y Juan daban por sentado desde el primer día que el Mercat de sa Cooperativa se convertiría en una cita emblemática. «La idea era tener un lugar en Sant Antoni con todo el producto 100% local, que es su principal característica». También destaca que la mitad de los 12 puestos son de producción ecológica.

Joan Roig viene expresamente desde Santa Eulària. «No tenemos un sitio como este allí. Lo que encuentras no tiene nada que ver con lo de fuera, se nota solo por el olor», valora. Él tardó en conocer el mercado. Fue gracias a su suegra, de Sant Antoni, y desde entonces acude regularmente, explica cargado con un saco de patatas, sandía, melón y pan.

Panes de autor

El chef José Miguel Bonet encontró un buen apoyo en la cooperativa cuando no podía abrir Es Ventall. Ofrecía panes de elaboración propia en su restaurante y, hace cuatro años, empezó a venderlos en el Mercat de Forada. Pero el gran empujón para su vertiente tahonera fue un efecto colateral de la pandemia. «Como teníamos mucho tiempo para experimentar, empezamos a probar con panes más gastronómicos con hierbas aromáticas, frutos secos y albaricoques, queso emmental, de espelta, sin gluten... ahora hacemos 12 tipos», apunta. Todos ellos con masa madre y fermentación larga.

Cuando se iba a fundar el Mercat de sa Cooperativa, les invitaron a sumarse como productores locales. «Nos animamos, porque significaba un ingreso asegurado en esos momentos, y ahora tenemos una clientela fija y compatibilizamos el restaurante con el pan», valora. Su madre, Antonia Cardona, también vende las hortalizas de su finca de Buscastell, además de las conservas y encurtidos con los que dan salida a sus excedentes.

El Forn de Can Blay, de Sant Mateu, completa la oferta panadera y repostera. Muchos clientes se acercan para comprar su harina xeixa. «Ya solo me quedan dos kilos», advierte Lorena Antón, que atiende en el puesto desde hace un año. «Lo que más me gusta de este mercado es la variedad de clientes, porque viene tanto gente ibicenca como extranjera», destaca.

La producción ecológica en Ibiza crece un 25% en 2022

La superficie dedicada a la agricultura ecológica en Eivissa creció un 25% en 2022. Según los datos del Consell balear de producción agraria ecológica, recopilados en el Informe de Sostenibilidad de Ibiza Preservation, el año pasado se registraron 1.278 hectáreas en la isla, 255 más que en 2021. En comparación con el año 2011, la cifra se cuadriplica, ya que Eivissa entonces solo contaba con 322,3 hectáreas. El informe también detalla que las explotaciones ganaderas ibicencas con certificación ecológica han pasado de 11 a 14. No obstante, pese a esta tendencia al alza, el sector primario ibicenco sigue a la cola de Balears. Mientras que en Eivissa el 11% de la superficie agraria útil se dedica a la producción ecológica, en Mallorca se eleva al 17,5% y en Menorca, al 17%, mientras que en Formentera es el 15%. Cabe tener en cuenta que la estrategia europea plantea como objetivo que la producción ecológica alcance el 25% en 2030.

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