Adlib llama a la luz y la tormenta

La pasarela ibicenca se celebrará el sábado 10 de junio en el Recinto Ferial, un desfile que presentará Laura Sánchez

Marta Torres Molina

Marta Torres Molina

«Se avecinan tormentas», apunta Tony Bonet. El diseñador de Adlib mira al cielo que, efectivamente, gris y feo, amenaza lluvia. Bonet sonríe. En realidad, no se refiere a la lluvia que arreciará dentro de unos minutos sino a la colección que está preparando para el desfile de Adlib y que ha bautizado como ‘Días de tormenta’. «Las tormentas son necesarias. Lo limpian todo. Remueven las cosas. Se llevan algunas malas», adelantaba el creador minutos antes de la presentación de la 52 edición de la pasarela Adlib 2023, en un distendido corrillo junto a la piscina del hotel Twiins. Al escucharle hablar sobre nubarrones enfurruñados y chaparrones feroces es inevitable imaginarse una fantasía negra de encajes, bordados, redes y flecos. Pero no. «No me he pasado al negro», responde, misterioso, el creador, uno de los primeros en llegar a la presentación oficial de los desfiles.

Resguardada de la lluvia y también ultrapuntual se encuentra Monika Maxim, cuya inspiración, este año, le ha puesto ojitos al dios Bes. Ambos están tan nerviosos como emocionados ante la cercanía de ver en movimiento y bajo los focos sus últimas prendas. Algunas de ellas aún a medio confeccionar. De ahí, de esas visiones de sus talleres en plena ebullición, les vienen los nervios.

Y es que todo, absolutamente todo, salvo los detalles que pulirán en las pruebas, ya sobre la piel de las modelos, tiene que estar listo en diez días. «A mí me faltan aún cuatro de los quince pases», confiesa Bonet, que pone los ojos en blanco cuando alguien osa comentarle que «tampoco es tanto».

Tony Bonet explica la inspiración de su colección. |

Doce de los catorce diseñadores que participan este año en Adlib posan juntos tras la presentación del desfile de 2023. / Juan A. Riera

«La pasarela Adlib 2023 se celebrará el sábado 10 de junio en el Recinto Ferial», afirma la consellera insular de Promoción Económica y Empresarial y Cooperación Municipal, María Fajarnés, rodeada ya de once de los 14 creadores que participarán en el desfile. Comenzará a las ocho y media de la tarde y la encargada de presentarlo será una vieja conocida de la pasarela ibicenca, la modelo Laura Sánchez, que tantas veces desfiló por ella. La entrada será gratuita para todos aquellos que quieran asistir a la pasarela. «Hasta completar el aforo, que es de 1.500 personas», matiza la consellera, vestida de blanco y rojo para la presentación. Un estilismo en el que coincide con Antònia Riera, de Ibimoda, casualidad con la que, ya después de la presentación, bajadas de los taburetes y mientras vuelan las copas de vino, cava y refrescos, ambas ríen.

Mallorca se cuela en Adlib

Entre las modelos contratadas para Adlib 2023 se encuentran algunos rostros conocidos del mundo de la moda como Claudia Martín, Neus Bermejo y Paula Willems. Evidentemente, tampoco faltará una imprescindible de Adlib, la ibicenca Ana Vide. «Es parte de la familia», apunta Fajarnés. Todas ellas lucirán las últimas creaciones de catorce diseñadores: Dolors Miró, Elisa Pomar, Espardenyes Torres, Estrivancus, ibimoda, Ibiza Stones, Ivanna Mestres, K de Kose Kose, Monika Maxim, Piluca Bayarri, S72 Hat, Tony Bonet, Vintage Ibiza y Virginia Vald.

La consellera explica que el lema escogido para este año es «s’horabaixa». Lo dice así, con todas y cada una de sus letras, y algunos de los creadores autóctonos (y algunos de los periodistas que siguen la rueda de prensa) alzan las cejas, incrédulos, al escuchar la palabra. Tan usada en Mallorca como no pronunciada en las Pitiusas. «Uno de los momentos más mágicos de la isla a lo largo del día y parte de su atractivo turístico», avanza la consellera a la que, al finalizar el acto, la redactora de este diario pregunta cómo el Consell usa ese término teniendo uno tan ibicenco y adecuado como solpost. La consellera reconoce que a ella también le chirriaba un poco la palabra. «Lo cambiaremos por solpost, es verdad que suena más de aquí», zanja.

La consellera mira al cielo, pendiente de las primeras gotas de lluvia que caen. Ésas en las que hizo pensar Bonet al inicio de la rueda de prensa, en la que Fajarnés recuerda que el pistoletazo de salida de la pasarela lo dará el concurso Futur Adlib.

El certamen de jóvenes promesas se celebrará el viernes 9 de junio en el Passeig de la Mar, en Sant Antoni, a las ocho de la tarde. Un concurso que presentará la modelo Lídia Torrent, muy conocida por ser la camarera principal del popular programa de citas ‘First dates’ y que contará con los desfiles, fuera de concurso, de la campeona del año pasado, Fatma Omarova, y de las alumnas de la Escola d’Art. En Futur Adlib competirán seis estudiantes de diseño: Sofía Binimelis Arias, Aina Celià Borge, Brigitte Espinosa Garcia, Carolina Galvis Balderrama, Clara Martínez Hidalgo y Margarita Aurembiaix Roig Soler.

La inspiración

«Una de ellas es ibicenca», apunta la consellera antes de ofrecerle el micrófono a los diseñadores, quienes, instintivamente, se echan hacia atrás. Preferirían ponerse manos a las agujas que hablar en público. Al final es Bonet el que rompe el hielo con lo de que «se avecinan tormentas», tras el que Elisa Pomar señala que su inspiración este año ha sido la posidonia, «bueno, no a la posidonia en sí, al mar, la Virgen del Carmen y, sobre todo, la Marina». En ese momento, casi a punto de acabar la presentación, llega Piluca Bayarri a quien, por tardona, Fajarnés le asiga el micrófono caliente. «Te ha tocado», afirma tendiéndoselo a la diseñadora, que detalla que para la pasarela está preparando un recorrido por sus piezas «más icónicas». Aunque, amor de madre, lo que más la emociona es pensar en ver cómo su hija, Mar Lladó, pone el ritmo al paso de las modelos.

Aunque temblando, Antònia Riera, de Ibimoda, se hace con el micrófono. «Este es un año muy especial», comenta, emocionándose. Las primeras gotas de lluvia empiezan a caer desde el cielo. Algunas lágrimas por su mejilla. El título de su colección es ‘Llum’, intenta explicar Antònia, para quien éste será el primer Adlib en solitario, sin su hermana Lali, la otra mitad de la firma que crearon juntas en 1997, la persona con la que ha compartido viajes, ideas, problemas, risas y muchísimas horas en el taller, y que acaba de retirarse. «Lo llevo bien», comenta Antònia tratando de no pensar demasiado en la edición del año pasado, cuando las hermanas saludaron juntas tras el desfile por última vez. Cada una a un lado de la modelo. Cogidas, eso sí, de las manos por su espalda.

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