Muere un hombre de 58 años en una zona de bosque de Ibiza tras consumir veneno de sapo bufo

Agentes de la Guardia Civil de Ibiza localizaron la tarde del pasado 23 de abril en una zona boscosa de Roca Llisa, en el municipio de Santa Eulària, el cadáver de un hombre de 58 años nacido en los Países Bajos y residente en la isla. En un principio, quien avisó a los servicios de emergencias por la muerte de este hombre, una amiga, aseguró que había sufrido un paro cardiaco. Finalmente, y gracias al estudio forense del Instituto de Medicina Legal de los juzgados ibicencos, se ha determinado que la causa fue la ingesta de la toxina que genera el sapo bufo (Bufus alvarius).

Aunque los fallecimientos por el consumo de la sustancia venenosa que genera este anfibio se relacionan con celebraciones o rituales comunitarios, en este caso todo apunta a que el hombre fallecido se encontraba solo.

Cerca de su casa

Según han confirmado desde la Guardia Civil de Ibiza, el cadáver se hallaba en una zona de bosque cercana a su vivienda, una casa de Roca Llisa. A tenor de lo que encontraron los agentes, el hombre estaba solo y consumió esta sustancia tóxica sin intervención de otras personas.

Como consecuencia de la inspección ocular que llevaron a cabo los agentes, se dedujo que la muerte, a pesar de lo que había explicado la amiga del finado al avisar a los servicios de emergencias, no se produjo por causas naturales. Por lo tanto, se requirió la intervención de los médicos forenses de los juzgados para esclarecer la causa.

La llamada a los servicios de emergencia se produjo a las 16.44 horas del mismo 23 de abril. La amiga del fallecido explicó a agentes de la Policía Local de Santa Eulària que, tras ver que no se encontraba en su casa de Roca Llisa, había buscado a la víctima por los alrededores y que le había encontrado en el bosque, al parecer inconsciente.

El análisis de los sanitarios

Según indicaron a este diario fuentes policiales, la mujer explicó que la última vez que había visto al fallecido fue la mañana de ese mismo día. En cuanto dio el aviso, unas horas más tarde, se activó el protocolo de emergecias y fueron los sanitarios que acudieron al lugar quienes advirtieron de que la muerte no se había producido por causas naturales, por lo que el caso quedó en manos de la Guardia Civil.

Según informó la familia a través de las redes sociales, el cuerpo fue incinerado el pasadó 1 de mayo en Ibiza.

Los ritos a los que se asocia la ingesta de esta toxina (por su consumo en casa de un conocido actor porno falleció un fotógrafo) consisten en inhalar el veneno que segrega este animal a través de su piel, una droga alucinógena que se emplea en determinados ambientes tanto para usos recreativos como por sus supuestos efectos terapéuticos para combatir adicciones.

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