Ibiza y Formentera crean un 6% más de puestos de trabajo con la construcción como motor

Suma y sigue, las Pitiusas continúan, imparables, creando empleos. Ni crisis energética ni inflación ni guerra de Ucrania: nada detiene (ni siquiera congela) esa tendencia a aumentar puestos de trabajo, quizás por las excelentes expectativas que hay de cara a la temporada que se avecina. En febrero (últimos datos de afiliaciones que se tienen), ambas islas contaban con 54.599 cotizantes a la Seguridad Social, un 6,1% más que en febrero de 2022, la mayor cantidad de toda su historia en ese mes y casi idéntica cifra que en el mismo periodo de 2020, a escasas semanas de que nos confinaran por el covid y la economía, sobre todo la turística, se desplomara.

Las Pitiüses ya han sanado laboralmente de aquella crisis sanitaria. Eivissa, con 51.715 trabajadores (jamás había pasado de los 50.000 hasta ahora en febrero), tiene ahora 3.058 empleos más que hace un año y también tres millares más que a días de que estallara la pandemia. Formentera también sigue batiendo récords: 2.884 afiliados, un 3,6% más en un año y la mayor cantidad registrada en esa isla en ese mes. Todo hace presagiar un verano récord en el empleo… si hoteles y empresas turísticas logran contratar todos los trabajadores que necesitan, casi misión imposible debido al elevado coste de la vida y de los alquileres (estratosférico en este caso).

Y de ese récord de generación de empleo tiene buena parte de culpa el ladrillo. En esta segunda época dorada de la construcción en Eivissa son ya 9.982 los trabajadores que acoge, un millar más que antes de la pandemia. Ni en los años de la burbuja inmobiliaria se llegó a semejante cantidad, que crece mes a mes sin que, de momento, parezca tener techo: trabajan en el sector 378 personas más que en enero, el récord previo, y 863 más (+9,46%) que hace un año. La mayoría se dedican a la construcción de edificios (5.308), que ha experimentado un incremento interanual del 11,2%, seguido de las actividades especializadas (4.482, +7%). En Formentera también se ha llegado al máximo histórico (y no sólo de febrero): 613 trabajadores del ladrillo.

Paralelamente al incremento constructivo, las actividades inmobiliarias de Eivissa ya cuentan con 1.027 cotizantes, la primera vez que se supera el millar en este ámbito.

Acelerón en bares

Mantienen el tipo, aunque les cuesta, tanto el comercio al por mayor (2.271 trabajadores, +6,5% respecto a 2022) como al por menor (4.682, +2,7%) de Eivissa, que se acercan a las cifras prepandémicas. También recuperan el fuelle perdido los servicios de alojamiento, con 3.341 empleos, un 23,7% más que en 2022 y casi 200 más que antes del covid, si bien está aún por debajo de la cifra de 2018 (3.434). Bares y restaurantes sí que aceleran y alcanzan los 5.053 puestos de trabajo en febrero, 3,8% más que un año atrás y la cantidad más elevada de su historia.

Tampoco la reforma laboral hace mella. De hecho, sigue dando la vuelta a la tortilla del mercado laboral pitiuso. Donde antes imperaban los temporales ahora mandan los fijos. Así, Eivissa tenía en febrero 33.785 trabajadores del régimen general con contrato indefinido, 9.267 más que hace un año (+37,8%) y 12.906 más que hace dos (+61,8%). Por el contrario, sólo se registraron 2.909 empleos temporales, 6.755 menos que en 2022 (-70%), cuando empezó a aplicarse el cambio legislativo. Son porcentajes superiores a los que se dan en Mallorca, donde los indefinidos han crecido un 23% en un año y los temporales han caído un 53%.

La mayoría de los indefinidos son a tiempo completo (24.079), seguidos de los fijos discontinuos (6.417), que en los próximos meses cogerán la batuta y que ahora representan un 286% más que antes de la reforma.

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