El estudio externo pagado por el Consell de Ibiza propone incinerar la basura en Mallorca

Los técnicos de la institución insular consideran que «el resultado no es suficientemente concluyente» y han hecho un análisis de este trabajo que identifica más impactos negativos en el traslado de los residuos a la otra isla que en construir una incineradora en Ibiza

Vista aérea de la incineradora de Son Reus, en Mallorca. | D. I.

Vista aérea de la incineradora de Son Reus, en Mallorca. | D. I. / eugenio rodríguez. eivissa

Eugenio Rodríguez Martos

Eugenio Rodríguez Martos

El estudio de alternativas que el Consell de Ibiza encargó, con un coste de 42.500 euros, a la empresa Uxama Ingeniería y Arquitectura sobre la gestión de residuos alternativa al vertedero de Ca na Putxa, concluye que «la mejor solución» es el traslado de los desechos que se producen en Ibiza a Mallorca para su incineración en la planta de Son Reus. Esta empresa ha analizado las ventajas y desventajas de la combustión de los residuos en Mallorca o en Ibiza con la construcción de una incineradora propia. Este estudio obedece también a la obligación de que antes de 2030 sólo podrá acabar en los vertederos un máximo del 10% de la basura que se produce, según determina la normativa europea.

Uxama justifica su decisión en que «el impacto medioambiental» de construir una incineradora en Ibiza (en Ca na Putxa) es «elevado» porque supondría «ocupar un espacio forestal», aparte del «coste medioambiental propio de la construcción». Destaca «el impacto sociocultural», que es «menos favorable» a una planta en Ibiza para quemar los residuos. De todos modos, sugiere que, debido al «elevado peso de este factor», se hagan encuestas a la población antes de tomar una decisión.

Este estudio también advierte de las consecuencias a medio y largo plazo del traslado de los residuos a Mallorca, sobre todo por «el colapso de las carreteras de la ciudad de Ibiza», debido al tráfico de camiones (se estima una media de 5.000 vehículos al año por dos trayectos cada uno de ida y vuelta) hasta el puerto para trasladar en barcos la basura hacia la otra isla. También apunta el aumento de ruido y olores por el incremento del paso de vehículos cargados con los desechos de la isla.

Esta opción obligaría, además, a mantener en funcionamiento el vertedero de Ca na Putxa y acometer su ampliación para que se pueda usar «en momentos puntuales» en el caso de que haya problemas (por un temporal, por ejemplo) para trasladar los residuos a Mallorca, entre otras circunstancias. También se tendría que construir una nueva nave para almacenar la basura antes de cargarla en los camiones y una nueva línea en la planta de triaje para separar el PVC, que no se puede incinerar.

Huella de carbono similar

La huella de carbono no es determinante para seleccionar una de las dos alternativas porque apenas difiere en uno y otro caso. Así, según el estudio, el traslado de los residuos a Mallorca durante 25 años supondría la emisión de 32.876 toneladas de dióxido de carbono, mientras que la construcción de una incineradora, poco más: 38.990 toneladas.

En cuanto al impacto económico, el estudio de Uxama determina que, siempre y cuando el Estado subvencione el transporte de los residuos, posibilidad que contempla la ley 22/2011 de residuos y suelos contaminados, la alternativa menos costosa es la de trasladar el 90% de los residuos de Ibiza a Mallorca y enterrar el 10% en Ca na Putxa. En concreto, el coste más bajo estimado se sitúa en 53,89 euros por tonelada (con subvención total: el transporte marítimo y el terrestre) y 110,33 euros sin ayuda del Estado, por 84 euros en el caso de que se apostase por una incineradora en Ibiza. De hecho, el estudio cuantifica la construcción de la planta en 178 millones de euros.

Informes contrapuestos

Sin embargo, tras revisar este estudio, los técnicos del departamento de Medio Ambiente del Consell consideran que «no es suficientemente concluyente». Por ello, utilizando la información del trabajo de Uxama, han hecho un análisis propio de las dos alternativas, en el que, paradójicamente, se refleja que, en términos generales, el traslado de la basura a Mallorca causaría más impactos negativos que la construcción de una planta incineradora propia en Ca na Putxa.

Este análisis identifica 84 impactos (sólo ocho positivos) en la construcción de una incineradora en Ibiza y 88 (dos positivos) en el del traslado de los residuos a Mallorca. En esta evaluación se identifican 26 impactos negativos muy altos (tres) y altos (23) en la opción de la incineradora y 30 (13 muy altos y 17 altos) en la del envío de los residuos a la planta de Son Reus. Si se obvian los impactos negativos que comparten las dos alternativas, el resultado final es el siguiente: una incineradora en Ca na Putxa supondría dos impactos muy altos y 14 altos (16 en total) y el traslado de los residuos, 12 muy altos y ocho altos (20).

Como conclusión, este análisis del Consell se limita a apuntar que las dos alternativas «implican impactos importantes» y lanza las siguientes preguntas: «¿Cuál es la mejor opción para la isla de Ibiza? ¿Son algunos factores más importantes que otros? ¿Hay impactos que no estamos dispuestos a asumir? ¿Existe alguna otra alternativa mejor que las estudiadas?»

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