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pleno insular u medio ambiente y servicios sociales

El Consell descarta abrir otro vertedero en la isla como alternativa a Ca na Putxa

El vertido de desechos en Ca na Putxa está garantizado hasta 2026, pero Roig cree que llegará hasta 2028

Vista aérea de parte de las instalaciones del vertedero de Ca na Putxa. | D. I.

El equipo de gobierno del Consell, formado por PP y Ciudadanos, tumbó una propuesta de Unidas Podemos para que la institución otorgue una ayuda directa inmediata de 200 euros a las familias que no superen los 40.531 euros de ingresos anuales para hacer frente a la subida de precios que ha provocado la invasión rusa de Ucrania. Se trata de la misma medida aprobada por el Consell de Mallorca para complementar el escudo social de la Comunitat Autònoma para hacer frente a la inflación.

La consellera de Bienestar Social, Carolina Escandell, señaló que «toda ayuda es poca», pero puntualizó que para que sean efectivas deben ir dirigidas a «las personas que realmente lo necesitan». Escandell justificó que en este mandato el Consell ha duplicado, al pasar de 18 a 36 millones de euros, el presupuesto de Bienestar Social y ha triplicado, de uno a tres millones, la financiación del plan de prestaciones básicas de los ayuntamientos.

Precisamente, la consellera defendió que han de ser los ayuntamientos, los que conocen de primera mano, según dijo, a las familias más vulnerables, los que atiendan estas necesidades con el apoyo de la institución insular.

El portavoz de Unidas Podemos, Antoni Saucedo, lamentó que el equipo de gobierno prefiera «descargar» en los ayuntamientos «un trabajo que no es capaz de hacer» y recordó, en este sentido, las largas colas que se produjeron en la calle cuando la institución sacó una ayuda para las familias durante la pandemia. El PSOE, que apoyó infructuosamente la moción, recordó a Escandell que se podría utilizar el remanente que el Consell tiene en el banco para otorgar estas ayudas.

El Consell de Ibiza descarta abrir y explotar un segundo vertedero en la isla cuando se tenga que clausurar el de Ca na Putxa, cuyo funcionamiento está garantizado al menos hasta 2026, pero que, según el conseller de gestión Ambiental, Vicent Roig, puede llegar hasta 2028. De hecho, de las siete celdas donde se entierran los residuos que no se pueden recuperar, la sexta se tendría que haber clausurado en julio, pero aún sigue abierta por el aumento del volumen de desechos que se recuperan actualmente con la planta de transferencia. En este sentido, el conseller remarca que la primera alternativa es la de fomentar «la circularidad» de la economía»; es decir, la política del reciclaje.

En respuesta a una interpelación del PSOE sobre la gestión de residuos, el conseller explicó ayer en el pleno del Consell que, tras el estudio de alternativas encargado, hay cuatro opciones sobre la mesa: la apertura de otro vertedero, la ampliación del actual, la incineración de residuos en la isla y el traslado de los desechos que se generan en la isla a Mallorca. Roig indicó que ahora se tienen que estudiar técnicamente todas las posibilidades para elegir la «más ventajosa medioambientalmente para la isla», pero ha adelantado lo siguiente: «Está muy claro que no se debe abrir otro vertedero».

El estudio de alternativas al vertedero de Ca na Putxa se ha remitido a la conselleria balear de Medio Ambiente para su estudio. Hay que tener en cuenta que su elaboración era una condición para la aprobación del plan director insular de residuos. En todo caso, Roig dijo que la decisión sobre la opción más adecuada se debe tomar «entre todos», en referencia al Consell y los ayuntamientos de la isla, tras un proceso de participación abierto a las entidades sociales. «El Govern balear deberá poner los medios», indicó Roig.

Informe no concluyente

El conseller insistió en que se trata de una decisión «muy técnica» y que el debate se abrió la semana pasada en una jornada técnica sobre la gestión de residuos en la isla. El estudio, que no se ha hecho público aún, analiza las posibles alternativas pero, según Roig, no se posiciona sobre cuál es la más conveniente. «No es concluyente», señaló.

Crítico con la gestión del Consell y, en especial, con el retraso en la toma de una decisión, el conseller del PSOE Víctor Torres advirtió de que el final del vertedero de Ca na Putxa ha entrado en «su cuenta atrás». «No quedan más de cuatro o cinco años y deberían ya tener clara la alternativa para que sea operativa en un plazo no inferior a cinco años. Si espera a tener la solución en 2026, pasarán muchos años hasta que se pueda ejecutar y eso supondrá el colapso del vertedero. ¿Qué piensa hacer?», cuestionó Torres.

Solución: a finales de 2023

En declaraciones a este diario tras el pleno, el conseller de Gestión Ambiental dijo que, en principio, la solución alternativa al vertedero de Ca na Putxa debería estar definida «a finales del año que viene».

En respuesta a las preguntas sobre los malos olores que produce la nave de compost de Ca na Putxa, Roig reiteró que, aunque la UTE Giref, concesionaria de la explotación del vertedero, ya ha redactado el proyecto para cubrirla, el gobierno insular del PP y Cs no se gastará «a la babalá siete millones de euros sin una garantía de que realmente servirá para minimizar las molestias que soportan los vecinos». También lamentó el conseller que sólo el 5% de los vecinos de la zona del vertedero se hayan descargado la aplicación que se utiliza para advertir al Consell de inmediato de los episodios de malos olores.

Al de los olores se ha añadido también otro «gran problema»: la proliferación de moscas. El conseller de Gestión Ambiental atribuye esta molestia al hecho de que la organización Ecoembes «no cumple con el convenio y su compromiso» de la recogida de los envases recuperados y que se almacenan en la planta de transferencia de Ca na Putxa.

Saturación de la planta

La acumulación de envases provoca lixiviados y que aparezcan moscas. Precisamente, Roig explicó que se ha llegado a alcanzar tal «saturación» de la planta que en un momento se planteó incluso su «paralización para no acumular más residuos». Ahora mismo, por ejemplo, según el conseller, hay 20 plataformas de envases pendientes de recoger por parte de Ecoembes.

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