Un representante vacacional que trabajaba en Ibiza en los 90 cuenta a The Sun cómo fueron esos años en una entrevista en la que relata anécdotas de esa época y también algunos hechos que le impactaron. Se trata de Julian Cobby, de 57 años, que ahora regenta un bar en Sant Antoni.

Cobby comenzó a trabajar en Club 18-30 tras viajar a lbiza en 1989. Club 18-30 era una empresa que brindaba vacaciones a personas de 18 a 30 años en destinos para fiestas, que en 1998 fue adquirida por Thomas Cook.

Julian Cobby se encargaba de recoger a los turistas británicos en el aeropuerto y de guiarlos a los mejores locales nocturnos de la isla. Estaba acostumbrado a verlos "borrachos y lujuriosos" y recuerda que en aquellos años "todo fue muy divertido".

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Pero también hubo momentos duros. Uno de sus recuerdos más impactantes, solo unas semanas después de comenzar a trabajar, fue la muerte de un turista que se precipitó desde un balcón. "Fue un accidente, se cayó y no estaba borracho", lamenta.

Cobby recuerda que los turistas se emborrachaban tanto que desaparecían durante días, mientras que otros se volvían locos y hacían cosas extrañas.

"Nuestro trabajo era recoger recoger a los clientes en el aeropuerto, llevarlos a sus hoteles y darles información del resort", explica Cobby. "Les vendíamos paquetes con excursiones que solían ser barbacoas, fiestas en la playa, un cabaret, ese tipo de cosas".

"Ocurrieron muchos incidentes tontos, porque cuando tienes a 500 personas jóvenes en una playa, estas cosas suceden", señala el exrepresentante vacacional.

De Ibiza a Valencia

"Lo más divertido que recuerdo es que un chico que se alojaba en el Hostal Valencia de Sant Antoni estaba "muy cabreado". Bajó al puerto de Vila y no dejaba de decirles a los pescadores 'hostal Valencia', así que lo llevaron en barco a Valencia. "Tardó tres días en volver", relata Cobby divertido.

"Otro tipo trajo sus esquís de vacaciones y trató de esquiar en las calles del West End", explica Cobby a The Sun.

También recuerda que a la media hora de llegar, "una pareja comenzó a tener relaciones sexuales detrás de unos arbustos” en un viaje de un día.

Julian Cobby trabajó como representante en Ibiza durante tres veranos mientras lo hacía en una estación de esquí durante el invierno, pero luego se estableció como propietario de un bar en Sant Antoni antes de tener a sus dos hijos.

Es Paradis en los 90. DI

"Tengo recuerdos fabulosos, no lo cambiaría por nada", afirma,. “Los representantes entonces eran como las tripulaciones que encuentras en los yates de lujo y los clientes eran un poco como [las celebridades en] Love Island".

"La gente es un poco diferente ahora, no había tantas fotos o Instagram ni redes sociales, por lo que esconderse era algo más fácil", asegura Cobby.

"Ser representante fue muy divertido, creo que las personas que lo hacen ahora no se involucran con los invitados tanto como antes. Solíamos estar con ellos desde el desayuno en el hotel hasta que nos asegurábamos de que regresaran al establecimiento por la mañana", recuerda el extrabajador del Club 18-30.