La cocinera más joven en lograr una estrella Michelín empezó "durmiendo sobre palés" en Formentera

Su trayectoria profesional comenzó con una experiencia complicada en la isla

La cocinera en una foto de su perfil de Instagram

La cocinera en una foto de su perfil de Instagram / Instagram

EFE/Á.T

La cocinera más joven en lograr una estrella Michelin, Vicky Sevilla, empezó su carrera profesional en la isla de Formentera.

Sevilla empezó el oficio culinario "por casualidad" pero con una "actitud" que le llevó a abrir su restaurante Arrels a los 25 años.

Amante de las bellas artes y del fútbol, siendo una adolescente Sevilla (Quart de les Valls, 1992) comenzó a trabajar en un restaurante en Formentera en el que no recibía muy buen trato profesional. "No sabía nada y tuve que escuchar comentarios del jefe de cocina del tipo 'eres una inútil'. Hoy sería impensable escuchar insultos en una cocina".

"Había momentos en los que comenzaba a insultar a todo el mundo. Recuerdo que había días que lloraba al emplatar porque no era nada agradable lo que decía. Llegué a perder 13 kilos", contaba en una entrevista realizada para el diario Las Provincias.

En la misma entrevista, Sevilla cuenta su experiencia en la isla, que significó también sus primeros pasos en la cocina. Vivía con cuatro personas más en 36 metros cuadrados y dormía "en el comedor sobre un colchón que descansaba sobre palés y su armario estaba hecho con cajones de naranja". Aguantó, relata, porque su madre le decía que venía de ser una nini (puesto que no quería seguir con sus estudios) y que tenía que aguantar como fuese. "Soy la persona de ahora gracias a que me fui a Formentera. Ahora puedo decir que trabajo en lo que me gusta", declaró al medio.

Terminó en Formentera por proposición de una amiga. A los pocos días de llegar a la isla ya estaba metida en una cocina. "No puedo decir que me enseñaran a cocinar mi madre o mi abuela; me encantaba comer y aprendí a hacer macarrones por pura gula", afirma en la misma entrevista, en la que también explica que allí se le quedó grabado a fuego que en la cocina se sabe "la hora de entrada pero no de salida".

Una profesión con la adrenalina del deporte

Le enganchó, explica, una profesión que combina "la creatividad del arte con la adrenalina del deporte". Su proyecto Arrels, además de otorgarle una estrella Michelín, la ha convertido en la cocinera más joven en conseguirla, la ha llevado a ser finalista del premio Cocinero Revelación y también a ser nombrada Nuevo Talento del Año en La Liste Mediterranean.

La cocinera asegura que a lo largo de su trayectoria ha llegado a trabajar "hasta 80 horas semanales". Sin embargo, ahora "siendo mamá de un niño de dos años y ocho meses", explica que necesita cierta conciliación, lo que la llevó a tomar la decisión de dar cenas sólo de jueves a sábado y cerrar los domingos, el día "que más facturaba", para disfrutar de su familia.

"Si mi negocio no es rentable así o debería echar más horas igual no me lo estoy montando bien. Aunque los autónomos trabajamos más de lo que toca, hay que buscar la conciliación para el personal, que se ha cansado y ha generado la fuga de talento", termina.