La falta de un chip para una puerta retrasa un año la puesta a punto de la balsa de sa Rota

La empresa Tragsa ya ha recibido el chip y está pendiente de su instalación, con lo que el Govern prevé que será posible llenar la balsa de riego antes del mes de marzo para que le dé uso la comunidad de regantes

Imagen de archivo dela balsa de riego de sa Rotaen Santa Eulària.

Imagen de archivo dela balsa de riego de sa Rotaen Santa Eulària. / J. A. RIERA

Isaac Vaquer

Isaac Vaquer

La digitalización está cada vez más integrada en todos los aspectos de nuestra vida. Las neveras, los váteres (en su formato japonés), las aspiradoras… casi cualquier dispositivo con elementos electrónicos cuenta ya con chips para recopilar datos y hacerlos más eficientes. Tal es la importancia de estos elementos que la falta de un chip de control de funcionamiento de una compuerta de entrada de agua ha supuesto el retraso de un año de la puesta en funcionamiento de la balsa de riego de sa Rota, en Santa Eulària.

La conselleria de Agricultura Pesca y Alimentación tenía la previsión a principios de 2022 de poder contar con esta infraestructura antes de la temporada de riego (a partir de marzo) para el uso de la comunidad de regantes asociada a la balsa, integrada por 55 usuarios. Faltaban en aquel momento algunos elementos de conexión entre la desaladora y la balsa de riego. Entre ellos el chip que controla el aporte de agua que pasa a través de las compuertas, y cuya llegada ha sufrido un gran retraso fruto de la crisis mundial de suministros, según indica la empresa pública Tragsa, encargada de la recuperación de esta infraestructura que dejó de utilizarse hace más de 20 años.

Según indican desde la conselleria, la pieza ya ha llegado y sólo falta instalarla, con lo que «la balsa estará cargando agua antes de la campaña de regadío, que empieza el 1 de marzo, para que al llegar esa fecha se pueda empezar a regar».

Por otra parte indican que la declaración de interés general de esta infraestructura, que hizo el Govern a través de la disposición adicional cuarta de la Ley de Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma para el año 2023, permitirá el acceso prioritario a fondos del Estado y a los fondos Next Generation para futuras ampliaciones de la red de suministro de agua o mejoras.

El plan de consolidación y modernización de regadíos para el aprovechamiento de aguas regeneradas, elaborado por la conselleria de Agricultura, tiene como elemento prioritario en la zona norte de Ibiza la puesta en funcionamiento de la balsa de riego de sa Rota.

La infraestructura actual permitirá el riego de 235 hectáreas de terreno, y está prevista su ampliación a las zonas de regadío de Cala Llonga y de Sant Joan.

Los trabajos para recuperar esta balsa de riego han tenido un coste de 600.000 euros y han durado casi 2 años debido al retraso del suministro de materiales.

La obra ha consistido en el cambio de todos los elementos obsoletos de esta infraestructura, que estuvo en funcionamiento entre 1995 y el año 2000 pero tuvo que detener el suministro de agua debido a la salinidad que existía, que quemó los cultivos de los agricultores que la utilizaron.

El proyecto actual incluye una conexión entre la desaladora de Santa Eulària y la balsa de riego, que recibirá el suministro de agua regenerada de la depuradora. El aporte de la desaladora se hará para controlar la salinidad de la balsa, que estará constantemente monitorizada.

Sa Rota generará energía solar para cubrir la demanda de 250 viviendas

El Govern prevé instalar 1.485 kw de potencia en placas solares sobre la balsa de sa Rota

La balsa de riego de sa Rota formará parte del Plan de Solarizacion de Balsas de Riego que el Govern presentó en el mes de diciembre.

Un proyecto dentro del Plan de Autoconsumo del Govern al que se destinarán 20 millones de euros y por el que está previsto cubrir de placas solares flotantes 14 balsas de riego en todo el archipiélago balear, que generarán hasta 18,3 Mw de potencia renovable.

En el caso concreto de la balsa de riego de Santa Eulària, la única de Ibiza que integra el proyecto, la instalación sumará 1.485 kW y una energía anual de 2.004.750 kWh. Teniendo en cuenta que un hogar medio consume alrededor 7.500 kwh al año, la instalación podría cubrir la demanda de 267 hogares.

El ahorro de emisiones de CO₂ sería de 1321,1 toneladas el año, según cálculos del Govern y el coste de la inversión será de 2.227.500 euros.

Con este plan está previsto cubrir los costes eléctricos que supone el funcionamiento de las balsas de riego en las comunidades de regantes, con el consiguiente ahorro económico. El excedente se inyectará en la red, con lo que se reducirá la generación de electricidad proveniente de fuentes no renovables.

El Govern se ha marcado como horizonte el año 2027 para llegar a producir cerca del 35% de todo el consumo energético de Balears. El conseller de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática, Juan Pedro Yllanes, destacó que «las balsas de riego son espacios idóneos puesto que, además de almacenar agua, pueden ser generadoras de energía sin la necesidad de consumir territorio con un beneficio adicional y, además, evitan la evaporación de agua».

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