Obituario

Adiós a Antonio Tapia, el cirujano que "adoraba" Ibiza

Ha fallecido en Barcelona a causa de una neumonía

El cirujano Antonio Tapia en Ibiza.

El cirujano Antonio Tapia en Ibiza. / M. C.

Rita Vallès i Serra

Rita Vallès i Serra

El prestigioso cirujano plástico Antonio Tapia, muy vinculado desde hace décadas a Ibiza, donde incluso llegó a ayudar a amigos o personas que habían sufrido accidentes, falleció este martes en Barcelona.

Estaba ingresado desde el domingo en la clínica Quirón, donde trabajó durante la mayor parte de su carrera profesional, a causa de una neumonía bilateral que no pudo superar. Tenía 80 años y en los últimos tiempos arrastraba problemas de movilidad derivados de una delicada operación de cervicales.

La restauradora de Ibiza Alba Pau, íntima amiga de Tapia y su familia, recuerda la "adoración" por Ibiza que sentía el cirujano. Comenzó a pasar temporadas en la isla hace más de cuatro décadas con su mujer, Marmen López-Magrané, y sus cuatro hijos. Era un apasionado del mar y todos los veranos navegaba por aguas pitiusas.

"Ibiza es la isla a la que siempre quiero volver", explicaba Antonio Tapia en una entrevista publicada hace unos años en Diario de Ibiza. "La isla lo tiene todo", afirmaba, aunque confesaba su debilidad por la versión "tranquila, virgen, lejos de ruidos".

Antonio Tapia con su amiga Chelo García Cortés en el Club Diario de Ibiza

Antonio Tapia en el Club Diario de Ibiza / Vicent Marí

En esa entrevista, se recordaba que el cirujano fue pionero en España en la introducción del lífting contemporáneo, mucho menos agresivo. El cirujano insistía en que la cirugía plástica no podía "tomarse a la ligera" y aconsejaba acudir a centros y especialistas con todas las garantías para evitar "resultados desastrosos".

En una conferencia en el Club Diario de Ibiza, que presentó su amiga la periodista Chelo García Cortés, el cirujano aseguraba que no era conveniente "operar a menores" y recordaba que ya en el 700 antes de Cristo, el emperador Justiniano se "arregló" la nariz que le habían cortado.

Nacido en Almería y de origen humilde, el médico se pagó la carrera vendiendo productos de farmacia, rememora Alba Pau. "Fue un luchador toda su vida", remarca.

El doctor Tapia rodeado de su familia en una foto reciente

El doctor Tapia rodeado de su familia en una foto reciente / Familia Tapia

Su hijo Amadeu Tapia, que vive en la isla, explica con emoción la labor de su padre con los niños amputados o quemados en las guerras. "Era un especialista en reconstrucción, sobre todo de las manos", detalla, y muchas veces operó de forma totalmente altruista a pequeños gravemente heridos.

Esta faceta del cirujano la ha destacado el periodista y corresponsal de guerra Gervasio Sánchez, que en un hilo de Twitter recuerda cómo conoció a Tapia. Fue a raíz de las severas heridas de metralla sufridas en la guerra de los Balcanes por un niño bosnio en 1997. Antonio Tapia le operó cerca de cien veces y consiguió reconstruir el rostro del niño, del que el periodista comparte ahora una foto de adulto.

"Solo se me ocurre homenajearle contando lo gran profesional y gran persona que era", indica Sánchez en su tuit. "Descansa en paz porque has cumplido con creces con tu deber en este mundo", concluye el periodista.

Un descanso que Antonio Tapia encontraba siempre a bordo de un barco, en una calita cercana a Porroig. "Era su lugar preferido para desconectar", recuerda su hijo Amadeu.

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