Denuncian las dificultades para llegar al consultorio de Sant Rafel en silla de ruedas

Sant Antoni señala que se abrió una puerta trasera, pero los trabajadores carecen de las llaves

Marta Torres Molina

Marta Torres Molina

El pasado 11 de enero, lo último que se esperaba Ángeles Pérez cuando llevó a su madre al consultorio de Sant Rafel era toparse con tantos problemas para acceder a las instalaciones. «Intenté llevar a mi madre, que va en silla de ruedas, para curarle una herida en la rodilla», explica la afectada, que confiesa que era consciente de la empinada pendiente de la rampa que conduce a las instalaciones. Lo que no se esperaba es que fuera del todo «imposible» empujar la silla de ruedas por ella.

«Hago una llamada de socorro dirigida a quien corresponda», indica la mujer antes de relatar todas las vicisitudes por las que pasaron ella y su madre para que, por fin, le efectuaran la cura a la paciente. «Traté de llevarla con el coche hasta la puerta de emergencias situada detrás del consultorio», explica la mujer, que señala que, al llegar, se encontró con que frente a ese acceso, que desde Salud matizan que no se trata de una puerta de emergencias, se había levantado una valla, por lo que no pudieron entrar por ahí ya que las llaves que había en el centro no eran las de ese acceso. Finalmente, explica Ángeles, la enfermera de las instalaciones de Atención Primaria del consultorio «salió a la calle», al coche, donde se encontraba su madre. «Fue muy atenta y la atendió con mucho cariño», recuerda la hija de la paciente, que está muy agradecida a esta profesional.

Para que nadie más vuelva a pasar por una situación como la que se encontraron ella y su madre, propone construir una rampa que conecte las plazas de aparcamiento para personas con movilidad reducida «con la oficina de Correos» para poder llegar desde ahí al consultorio «pasando por el bar». Esto, indica, facilitaría el acceso al consultorio de las personas que van en silla de ruedas, pero también de las personas mayores o con problemas para caminar y, especialmente, para afrontar el empinado último tramo de calle.

Desde el Área de Salud de Ibiza y Formentera señalaron ayer que la responsabilidad de las instalaciones es del Ayuntamiento de Sant Antoni. Destacaron, sin embargo, que la mujer fue atendida y le curaron la herida.

Desde el Consistorio, reconocieron ayer a mediodía que los mayores de Sant Rafel ya se pusieron en contacto con el Ayuntamiento para «informar de las dificultades» que tienen para acceder al consultorio debido a la pendiente de la rampa. No sólo por lo complicado que les resulta subir por ella sino, además, por el miedo que les da bajar por ella.

«Por ese motivo, se acondicionó la parte trasera, donde hay otra puerta, para poder entrar y salir sin obstáculos», continúan desde el Ayuntamiento antes de señalar que no tenían constancia «de que no tuvieran la llave de la puerta». Así, desde el Ayuntamiento se comprometen a hacerles llegar una copia a los responsables del centro, para facilitar el acceso a las personas con problemas de movilidad.

La mujer aprovecha, también, para reclamar que se vuelva a abrir el bar del local social ubicado junto al consultorio, pendiente de un trámite, ya que era un punto de encuentro para los mayores de la localidad. Además, señala, era donde desayunaban tras hacerse análisis de sangre.

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