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Casi la mitad de las plazas hoteleras de la isla de Ibiza son de cuatro o cinco estrellas

La oferta de lujo se ha doblado desde el año 2010

Servicio en la piscina del hotel ME Ibiza de Santa Eulària. TONI ESCOBAR

La evolución de la planta hotelera de Ibiza hacia una calidad superior ha sido imparable en los últimos doce años. La radiografía a finales de 2022 facilitada por la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif) dista mucho de la que ofrecía 2010, cuando gran parte de los establecimientos eran de una, dos o tres estrellas.

Los datos hablan por sí solos: de las 45.001 plazas que ofertan actualmente los establecimientos hoteleros de la isla de Ibiza (no se han facilitado datos de Formentera), 20.264 corresponden a hoteles de cuatro o cinco estrellas. Esta cifra representa el 45%, lo que implica que los turistas pueden elegir esta opción en casi la mitad de las plazas de alojamiento que se encuentran en la isla.

Zowy Voeten Zona de la piscina del Oku Ibiza.

Por el otro lado de la estadística, los hoteles de uno, dos y tres estrellas representan el 55% de la oferta ibicenca, al acumular 24.737 camas de las 45.001 que hay registradas hasta este mes de noviembre.

Un cambio radical

Hace doce años todo era diferente. Los datos de la Fehif indican que entonces, de las 54.558 plazas hoteleras que había, la mayor parte, 44.530, correspondían a establecimientos de no más de tres estrellas (sin contar agroturismos, hostales y otra oferta), mientras que apenas 10.312 eran de hoteles de cuatro y cinco estrellas.

El crecimiento de la planta hotelera de máxima categoría es tremendo desde 2010, cuando contaba con apenas 1.012 camas (durante años, la cantinela en el sector era que el Hacienda Na Xamena era el único de cinco estrellas en Ibiza).

Hace dos años, en el ejercicio de la pandemia, la cifra se situó en los 4.547, mientras que ahora se eleva hasta las 7.118 camas. En doce años este tipo de alojamiento ha crecido un 603,4%, y en los últimos dos años lo ha hecho en un 56,5%.

En cuanto a las plazas hoteleras que están catalogadas de cuatro estrellas, su evolución también es muy positiva: 9.300 en 2010, 10.476 hace diez años y 13.146 el pasado verano. Ha crecido un 41,4% en doce años y un 25,5% desde 2020. La oferta de cuatro estrellas ha ganado 3.846 camas desde 2010.

La menor categoría se reduce

La evolución es totalmente diferente en los hoteles de tres estrellas, los mayoritarios hace 12 años en el sector hotelero de Ibiza con 27.570 camas y casi residuales ahora, cuando no ofrecen apenas 14.831. Es un decrecimiento del 33%, según siempre los datos facilitados por la patronal hotelera pitiusa.

Esta diferencia demuestra la decidida apuesta de los hoteleros de la isla por mejorar sus establecimientos, que se inició hace ya más de una década y que no ha reducido su velocidad hasta ahora; incluso ha aumentado con la entrada de inversores extranjeros, sobre todo fondos de inversión, en la gestión hotelera.

Incluso la oferta de dos estrellas ha bajado casi a la mita: de 13.519 plazas en 2010 a las 7.532 de este año, lo que implica la reconversión a una calidad superior del 44,3% de las plazas que se ofertaban entonces.

Los hoteles de una sola estrella que se ofrecen actualmente en Ibiza tienen capacidad para 2.374 plazas, lo que implica el 5,3% del total de la planta.

Las plazas de los tres estrellas se desploman

La crisis sanitaria del covid se cargó literalmente la actividad turística de 2020. Y desde ese año, muchas cosas han cambiado. Para empezar, y según los datos de los hoteleros, ahora hay 9.800 plazas de hoteles de tres estrellas menos que entonces. La cifra se ha desplomado de las 24.631 camas de hace dos años a las 14.831 de ahora. Sucede lo contrario con las de mayor calidad, puesto que los cuatro estrellas ofertan hoy 2.670 camas más que en 2020 (10.476 frente a 13.146) y los cinco estrellas ha crecido en otras 2.571, al pasar de 4.547 a 7.118 plazas este año. 

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