El centro de baja exigencia de sa Joveria, inaugurado oficialmente este último lunes, acoge ya a sus siete primeros usuarios, según señaló ayer un portavoz del Consell de Ibiza. Las primeras personas sin hogar que residen en este espacio, de carácter temporal, hasta que se construya el nuevo edificio definitivo de es Gorg, son cuatro hombres y tres mujeres. Proceden, según detalló el director insular de Bienestar Social, Santi Marí, de tres municipios de la isla: cuatro son de Vila, dos de Santa Eulària y uno de Sant Antoni.
Estas siete primeras personas sin hogar que ingresar en Sa Joveria proceden derivadas de los servicios sociales municipales. A ellas se irán sumando, a lo largo de las próximas semanas, más sin techo. Hasta completar las 56 plazas con las que cuenta este recurso, que la Mesa de Exclusión Social reclamó por primera vez hace 16 años.
Al centro puede acceder personas con enfermedad mental o problemas de consumo de sustancias, algo que está completamente prohibido en el albergue municipal. El espacio cuenta con casi 800 metros cuadrados de superficie y un jardín de unos 2.200 metros. Cuenta con habitaciones separadas para hombres y mujeres, todas ellas con capacidad para ocho personas, que duermen en literas. Dispone, además, de un espacio central que hace las veces de comedor y sala de estar y en el que está ubicado el mostrador principal, desde el que el personal controla todo lo que pasa.
Sa Joveria, gestionado por Fundación SAMU, cuenta también con varias salas en las que se ofrecerá atención a los usuarios. Aunque está pensado para personas derivadas por los servicios sociales, ofrecerá a otras personas sin hogar la posibilidad de ducharse y lavar su ropa.
