La cata 11 se encuentra en la zona noroeste del recinto del Castillo, junto a la denominada torre IX. Es el espacio donde está previsto ubicar el acceso al spa del Parador y la sala de máquinas de la piscina. Según el informe del director de la intervención arqueológica, Marco A. Esquembre, la idea era realizar una «pequeña intervención» pero que, dada la importancia de los hallazgos, ampliaron el trabajo hasta retirar un relleno «que ocultaba el lienzo de la muralla e impedía ver con claridad las estructuras».
Tras una primera fase en la que se retiran los estratos superficiales, «quedó claro que nos encontrábamos ante una estructura de considerables dimensiones que correspondía a un posible tramo de la muralla norte del Castillo, no constatada hasta el momento».
A la luz de los indicios se decidió excavar todo el recinto y los hallazgos son continuos: cerámicas de los siglos XIV y XV, un fragmento de una jofaina turquesa de origen almohade o mudéjar del siglo XIII y restos de carbones y cerámica de época tardo romana. A medida que se excava, el material que aflora es de mayor antigüedad, localizando ánforas púnicas de los siglos III y II a.C.
Estas intervenciones «van dejando al descubierto el lienzo de la muralla y sus diferentes fases constructivas, que ayudan a ahondar en el conocimiento del sistema defensivo del recinto amurallado del Castell».