A poco más de una semana de las pasadas elecciones locales de mayo de 2019, cuando el gobierno de izquierdas del Consell de Ibiza aprobó de forma definitiva la primera modificación puntual del Plan Territorial Insular (PTI), el entonces candidato y ahora presidente de la institución insular, Vicent Marí, del PP, anunció, en plena campaña, que si lograba gobernar iba a «derogar» los cambios de PSOE y Guanyem para «volver al PTI de 2005», el que aprobó el gobierno popular de Pere Palau. «Después se iniciará una revisión con toda la documentación, participación y consenso posible para hacer las cosas bien hechas», dijo Marí entonces a través de un comunicado.
Ahora, cuando falta algo más de medio año para las próximas elecciones autonómicas y municipales, el gobierno insular del PP y Ciudadanos no sólo no ha derogado la modificación del PTI de la izquierda, sino que se propone aprobar una segunda en la que se mantienen cuestiones de calado de la anterior, como la reducción de los parámetros urbanísticos para construir una vivienda en suelo rústico o la prohibición de edificar en terrenos protegidos como la Red Natura 2000, ARIP y, a la vez, zona de riesgo de incendio o suelo forestal. También se renuncia a revisar en profundidad el PTI, que tiene ya 17 años, y se pospone, una vez más, al menos al siguiente mandato.
Cambios en los usos turísticos
La propuesta de modificación del PTI que plantea ahora el Consell y que se ha sometido a consulta previa contempla, tal como adelantó ayer este diario, el cambio de los usos turísticos en el suelo rústico. Uno de los cambios introducidos por la izquierda al final del pasado mandato restringía la actividad turística en las zonas protegidas de la isla.
La propuesta de modificación del PP sometida a consulta previa se limita a apuntar que se modificará la norma que prohíbe la actividad turística en suelo protegido y señala que «conviene precisar la regulación de las actividades turísticas para matizar los usos admisibles en las distintas categorías de suelo rústico y dar seguridad jurídica».
Sobre los usos en suelo rústico, el PP proyecta modificar la norma 9 del PTI para facilitar también el desarrollo de actividades relacionadas con la producción y venta agroalimentaria y artesanal.
En cuanto a los parámetros de construcción de las viviendas en suelo rústico, la modificación del PTI que promueve el PP se limita, en principio, solo a permitir una mayor edificabilidad de las casas payesas para compensar el hecho de que sus muros son más gruesos que los de las viviendas unifamiliares convencionales. El gobierno de PP y Cs también permitirán más usos en los sótanos de las viviendas, sin que computen. Ahora, se pueden utilizar sólo como aparcamiento o para instalar servicios de infraestructuras del edificio.
El PSOE y Guanyem aprobaron hace algo más tres años reducir la superficie máxima construible de una vivienda unifamiliar a 320 metros cuadrados, incluidos los anexos, y que la ocupación máxima de la parcela no superara los 600 metros cuadrados. El volumen máximo se sitúa en 900 metros cúbicos. Antes de cambiarlo, una casa podía tener hasta 1.500 metros cúbicos, lo que permitía construir villas de hasta 530 metros cuadrados, «una dimensión impropia para una vivienda unifamiliar en rústico y que causa un notorio impacto paisajístico», según la justificación de la medida. Todo esto seguirá igual, según figura en el documento de la modificación que promueve el PP sometido a consulta previa de diversas asociaciones y colectivos.
Segregaciones y herencias
La nueva modificación del PTI sí cambia, con respecto a la anterior de la izquierda, la cuestión de las segregaciones y el derecho a edificar en parcelas divididas. La modificación de PSOE y Guanyem, la que está en vigor, prohíbe edificar en parcelas segregadas con posterioridad al 1 de noviembre de 2016 excepto en una donación o pacto sucesorio entre padres e hijos.
Ahora, el PP pretende «resolver determinadas situaciones que se producen en las donaciones y disposiciones hereditarias de vida y que afectan a las personas beneficiarias». El vicepresidente primero, Mariano Juan, apunta que es «muy común» que haya también transmisiones de terrenos segregados de tíos (padrinos) a sobrinos y, por ello,se tiene que cambiar la norma para permitir también que se pueda edificar en estos casos.
La revisión integral del PTI pasa al siguiente mandato
La revisión integral del Plan Territorial Insular (PTI), pendiente desde hace años, tendrá que esperar al menos hasta la próxima legislatura. El propio PTI, aprobado en 2005 por el gobierno del PP presidido por Pere Palau, especifica que su vigencia es «indefinida», pero acto seguido considera procedente su revisión en el caso de que se aprueben nuevas leyes o, entre otras cosas, transcurran diez años desde su aprobación definitiva. Ya han pasado 17. En el mandato presidido por el socialista Xico Tarrés se intentó revisar el PTI, pero fracasó por la falta de acuerdo entre los socios de gobierno de la izquierda.
El presidente actual, Vicent Marí, se comprometió durante la campaña electoral a derogar la modificación del PTI aprobada por la izquierda justo al final del pasado mandato y a emprender «una revisión con toda la documentación, participación y consenso posible para hacer las cosas bien hechas». Pero tampoco.
El vicepresidente primero, Mariano Juan, admite que «ya toca» hacerlo, pero se deja para el próximo mandato. Ahora, antes de que se cierre el actual, el gobierno de PP y Ciudadanos pretende aprobar una modificación puntual del PTI, la segunda desde 2005.
El anterior gobierno de PSOE y Guanyem dejó un diagnóstico territorial para encarar la revisión del PTI. Este documento destacaba que el PTI «no ha evitado el incremento de la presión sobre el suelo rústico, lo cual ha generado una alta indisciplina urbanística», y apuntaba que había que reflexionar sobre «la falta de sentido de autorizar viviendas unifamiliares».
Juan apunta que este documento está «muy bien, pero no baja a lo concreto». En este sentido, señala que la fundación IbizaPreservation está trabajando en una cartografía sobre usos del suelo «con una definición muy fina» y que también está previsto un estudio comparativo con años anteriores, lo cual será «muy importante» para hacer una revisión del PTI «seria».
