El GEN-GOB rechaza que se abra un nuevo vial en la zona de Platja d’en Bossa

El grupo ecologista GEN-GOB ha mostrado su rechazo al vial que proyecta el Ayuntamiento de Sant Josep para descongestionar la zona de Platja d’en Bossa, entre las calles Murtra y Gamba Roja, atravesando terrenos del Grupo de Empresas Matutes. A través de un comunicado remitido ayer, los ecologistas muestran su oposición al «asfaltado de más suelo rústico y emplear recursos públicos en beneficio de los negocios privados a Platja d’en Bossa».

«El proyecto del Ayuntamiento de Sant Josep de crear nuevos viales sobre una zona rústica de alto valor agrícola de Sant Jordi para dar servicio a la zona de ocio de Platja d’en Bossa es impresentable desde todos los puntos de vista posibles. Emplear (mucho) dinero público, que tiene que ser destinado en favor de la ciudadanía a realizar infraestructuras para beneficiar empresas privadas, es impresentable», señala el comunicado.

El proyecto se ha incorporado a las Normas Subsidiarias pactadas con el Consell de Ibiza, que se prevé que sean aprobadas en breve.

Para los ecologistas, la solución al problema de saturación que vive el núcleo turístico de Platja d’en Bossa «pasa por el decrecimiento turístico de la zona, el cierre de los establecimientos edificados ilegalmente y la reordenación del tráfico con cargo a los propietarios de la urbanización. La ciudadanía, con problemas reales que afectan todo el mundo, no tiene que ver cómo los impuestos que se pagan para que reviertan en la sociedad van a parar sistemáticamente a beneficiar determinados empresarios a costa, siempre, del medio natural», señalan.

En el comunicado, el GEN-GOB se pregunta si además de abrir un nuevo vial, «también se pretende pagar expropiación de los terrenos al beneficiario del proyecto, hecho que sería un nuevo caso de malversación de dinero público, como tantos otros que se han visto».

«Se da la circunstancia -destacan- de que la totalidad de la urbanización de Platja d’en Bossa ha sido sufragada siempre con dinero público. La construcción de hoteles en la zona supuso (según un programa electoral de la época de entonces alcalde José Serra Escandell), un gasto público de mil millones de pesetas. Cuarenta años después nada cambia e incluso los partidos que en un momento determinado votaban en contra de este despropósito, ahora se pliegan gustosos».

«Si este es un ejemplo de lo que podemos esperar de las nuevas normas subsidiarias del municipio de Sant Josep, está claro que no hay ninguna intención de rectificar la desastrosa gestión urbanística del municipio, por mucho que se tomen medidas contra una o dos obras ilegales», termina la nota.