Después de que en los Presupuestos Generales del Estado de 2023 no aparezca de nuevo ninguna partida para financiar otro convenio de carreteras con Ibiza, el Consell ya no espera que, en esta legislatura, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana financie nuevas obras en la red viaria insular.
El vicepresidente primero del Consell, Mariano Juan, recuerda que, en una reunión bilateral celebrada en el verano de 2021, los representantes del Ministerio se comprometieron a firmar un nuevo convenio y se abordó incluso qué tipo de obras se podían incluir en este nuevo acuerdo. Posteriormente, se anunció la compensación del factor de insularidad a través del Régimen Especial de Balears (REB) y, «desde entonces, el Ministerio no ha vuelto a responder a ninguna de nuestras solicitudes», lamenta Juan.
De hecho, la consellera de Movilidad de Menorca, Montse Morlà aseguró el lunes en el pleno de la máxima institución menorquina que, pese a que tampoco tienen nuevo convenio de carreteras, la financiación de las obras pendientes de reforma de la carretera general «llegará a través del fondo de insularidad del REB», según publica el diario Menorca. Es el mismo argumento que se esgrimió el año pasado, pero que ni la presidenta del Govern, Francina Armengol, ha confirmado cuando se le ha preguntado sobre ello ni se ha traducido en nada. Además, el Consell defiende que la financiación de las obras de carreteras tiene que llegar, como se ha hecho siempre, a través de un convenio con el Estado y no con el factor de insularidad, que debe compensar otras cuestiones.
El Consell ha solicitado al Ministerio un convenio por valor de 120 millones de euros y avisa de que la capacidad económica de la institución insular no puede asumir este gasto. «El presupuesto anual en carreteras del Consell se sitúa entre cinco y seis millones de euros. Es de lo que podemos disponer», indica Juan. La construcción de la rotonda de Los Cazadores, el peligroso cruce entre las carreteras de Santa Eulària y Sant Joan, se licitará el año que viene «con fondos propios» del remanente con la previsión de que las obras se inicien después del verano. «Es un compromiso electoral», justifica Juan. El proyecto se sitúa algo por encima de los cinco millones de euros, algo menos de lo previsto en la propuesta de convenio presentada en el Ministerio (7,2 millones de euros), después de que se descartara la opción de construir una rotonda a distinto nivel de la vía principal.
El vicepresidente afirma que, más allá de esta obra, el músculo financiero del Consell no da, sin la ayuda del Estado, para proyectos más costosos. «No somos la Comunitat Autònoma, sino una Administración local», insiste.
El remanente no es garantía
Las obras «más importantes» en las que ya trabaja el Consell son, además de la rotonda de Los Cazadores, la reforma de la vía que une Sant Josep con Sant Antoni y la de Cala Llonga, las dos últimas con un presupuesto de 22,6 y algo más de 30 millones de euros, respectivamente. «No tenemos dinero para todas estas cosas», indica.
Juan sostiene que el remanente no puede suplir el convenio de carreteras porque «se puede utilizar cada año, excepcionalmente, porque lo dicen los Presupuestos del Estado». «No sabemos si en cinco años se podrá seguir utilizando. No hay ninguna garantía, más bien lo contrario; esta excepcionalidad se acabará», augura.
En su última visita a la isla, Armengol reprochó al Consell que, en los últimos años, se ha invertido más en carreteras que en transporte público, que, en Ibiza, es «muy deficiente». También recordó que la Comunitat Autònoma destina cada año 29 millones a pagar la factura de las autopistas del PP. El vicepresidente del Consell recuerda que los proyectos previstos «no son autopistas con palmeras» sino actuaciones para «garantizar la seguridad del tráfico, con la reducción de curvas o la dotación de arcenes». De hecho, en la propuesta de convenio hay una partida de 20,5 millones para carriles-bici. «Y no podemos renunciar a ello. Es indignante», subraya Juan.
