«Sin salud mental no hay salud». Es una de las frases que se repitieron ayer en los alrededores de las mesas informativas que se montaron tanto en la entrada del Hospital Can Misses como el centro de salud de es Viver con motivo del Día Internacional de la Salud Mental, que se conmemora el 10 de octubre. Una jornada en la que tanto las asociaciones como los profesionales dedicaron a visibilizar la lucha contra el estigma que rodea a la salud mental.
Precisamente el Grupo de Lucha Contra el Estigma fue el encargado de organizar ayer todos los actos del Área de Salud. Un grupo que integran en estos momentos las psiquiatras Isabel Moreno y María José Gordillo, las enfermeras Sonia Boned y Laura Sevillano , la psicóloga Silvia Marí, la terapeuta ocupacional Laura Sevillano y la monitora de rehabilitación Yolanda Carvajal. «El objetivo de este día es evitar los prejuicios en la sociedad y, con ello, el estigma que padecen las personas que conviven con alguna patología de salud mental», señalaron desde Salud.
Acompañadas de integrantes de la Asociación Pitiusa Pro Salud Mental (Apfem) y de la Fundación Aldaba, informaron a usuarios y familiares de los recursos con los que cuenta la sanidad pública: las unidades de Psiquiatría y de Hospitalización Breve, el Hospital de Día, la unidad de Patología Dual y las de salud mental de es Viver y salud mental infanto juvenil, ubicada en Vila.
Desde la gerencia sanitaria destacaron especialmente la labor del Hospital de Día, un dispositivo «de transición entre el tratamiento ambulatorio y la hospitalización completa convencional. En el, detallaron, «se ofrecen catorce actividades grupales a los pacientes que se encuentran en régimen de hospitalización parcial».
Piden más inversión
Precisamente, el Colegio Oficial de Psicología de Balears (Copib) hizo un llamamiento ayer a proteger la salud mental infantil y juvenil como estrategia prioritaria para «garantizar una buena salud emocional de las personas durante toda la vida». El Copib apeló tanto a la ciudadanía como a las instituciones para que «concedan el valor que tiene a la salud mental en el desarrollo de los menores, rompiendo estigmas y favoreciendo una mejor comprensión de la salud mental».
Entre sus propuestas se encuentra la mejora de la inversión en prevención y tratamientos que cuiden en positivo la salud mental desde la infancia, y el desarrollo de programas que impulsen factores de protección a nivel global para disminuir el impacto de trastornos mentales en las edades más tempranas. El colegio urge a centrar los esfuerzos en la prevención, en el diagnóstico precoz, en favorecer el acceso a una atención especializada de calidad a los niños con problemas de salud mental preexistentes y en priorizar el tratamiento psicológico y frente la medicalización.
«Una salud precaria durante la infancia y la adolescencia aumenta las posibilidades de desarrollar problemas psicológicos a corto y largo plazo con costes personales y económicos para la sociedad», advierte la entidad, que indica que los problemas más graves relacionados con la salud mental en estas edades tan tempranas son los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), la depresión, la ansiedad, las autolesiones, las ideaciones y tentativas de suicidio, entre otras.
