El Arxiu del Consell de Formentera ha adquirido unos documentos, fechados en 1743 y 1804, relacionados con los pretendidos derechos de la familia ibicenca Martí sobre Formentera. La compra se realizó a la Librería Anticuaria García Prieto, que tenía en su catálogo estos documentos en venta por 610 euros.
La consellera de Patrimonio, Raquel Guasch, señaló que con esta adquisición, se «demuestra que nuestro Arxiu es activo, tanto en la conservación como en la intención de hacer crecer el fondo documental ya existente».
El historiador ibicenco Antoni Ferrer Abárzuza ha estudiado los textos y considera que se trata de «una curiosidad histórica» sobre Formentera y su repoblación. Explicó que se trata de «documentos privados, los hizo hacer alguien a su beneficio».
El historiador resume: «Se trata de una persona, Francisco Martí Torres, que intenta demostrar que es descendiente de Joan Martí, que es de 1453, por si podía sacar tajada de Formentera, que en los siglos XVIII y XIX ya se estaba poblando bien».
Los derechos de la familia Martí sobre Formentera procederían de la donación que en 1453 hizo el rey de Aragón, Alfonso el Magnánimo, al ibicenco Joan Martí «de la cuarta parte indivisa de Formentera, isla entonces despoblada».
El monarca incluso le puso condiciones, como hacer construir una fortaleza y la prohibición de comerciar con la sal de las salinas de la isla. Este Joan Martí había sido procurador real en Ibiza pero la Universidad, el gobierno entonces de las Pitiusas, protestó firmemente esta donación y al año siguiente el rey la revocó.
Pasados los años, un Francisco Martí, seguramente Francisco Martí Torres, hijo de Sebastià, doctor en leyes (1695-1781), quiso acreditar que era descendiente de aquel Joan Martí, del siglo XV, con la intención de reclamar los derechos de su antepasado sobre Formentera. Lo que evidentemente no consiguió. Los documentos hacen mención a la construcción de una torre en s’Espalmador anterior a la que se conserva actualmente. También recogen interrogatorios a los vecinos de Ibiza destinados a demostrar que dicha torre se construyó efectivamente y que en una casa de Dalt Vila se conservaba el escudo heráldico de los Martí.
En el Arxiu insular se encuentra la documentación creada a partir de las funciones y competencias de la Administración de Formentera, sobre todo en la etapa en la que únicamente tenía competencias de ayuntamiento.
