El Ayuntamiento de Ibiza da un paso importante más para desbloquear el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), el aprobado en 2009 y que fue suspendido en 2015 por una sentencia del Tribunal Supremo al faltar el informe de Evaluación Ambiental Estratégica. La dirección general de Recursos Hídricos emitió el pasado 27 de mayo un informe favorable sobre «la suficiencia» de agua para cubrir las necesidades del planeamiento urbanístico modificado, pero todavía no es suficiente porque «la disponibilidad» de la misma está supeditada a la regularización de los pozos de abastecimiento.
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La Comisión de Medio Ambiente de les Illes Balears aprobó en marzo de 2019 la Declaración Ambiental Estratégica (DAE) del nuevo planeamiento urbanístico, pero con la condición de que , por la falta de agua, no se produjeran nuevos crecimientos. Esta prescripción de calado echó por tierra el trabajo del Consistorio para desbloquear el nuevo PGOU y abrió un nuevo escenario.
Para cumplir con esta condición, el Servicio de Estudios y Planificación de Recursos Hídricos ya advirtió entonces de que para satisfacer la demanda de agua de la población residencial y turística prevista en las áreas de crecimientos se debían regularizar las concesiones de extracción de agua subterránea y mejorar la gestión hídrica a través de un plan de sostenibilidad, ya aprobado, entre otras medidas.
Estudio hidrogeológico
Precisamente, el Consistorio encargó un estudio hidrogeológico sobre los cinco pozos que abastecen al municipio y que garantiza el suficiente caudal de agua para cubrir la futura demanda. El Servicio de Aguas Subterráneas (SAS) de Recursos Hídricos emitió un informe, también en mayo, en el que señalaba que la regularización de dichas extracciones «no implica una nueva autorización ni concesión sino una reorganización de las existentes, debido a que los pozos existen y estaban autorizados con anterioridad». «Con la nueva concesión se regulan de nuevo los caudales de extracción y pasan a ser públicas las aguas privadas», agrega, al tiempo que adelanta que «este expediente no tiene ningún impedimento técnico o administrativo para que en un futuro se resuelva favorablemente».
De hecho, este es el punto en el que el Ayuntamiento trabaja con Recursos Hídricos para desbloquear definitivamente el nuevo planeamiento urbanístico.
El concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Jordi Salewski, recuerda que las extracciones de agua del subsuelo sólo suponen el 5% del total del volumen de agua que precisa el municipio. El resto procede de la desaladora. «Es un 5% pero es necesario para que salgan los números», apunta el edil.
Garantizados los números, a través del estudio hidrogeológico y las medidas de ahorro previstas, es decir, la «suficiencia» de agua, ahora sólo falta la «disponibilidad», que se obtendrá en el momento que Recursos Hídricos dé el visto bueno a la regularización de las concesiones de los pozos. Esta actualización implicará un incremento del caudal de extracción.
En todo caso, el informe de Recursos Hídricos destaca que con la puesta en marcha de la red de interconexión de las desaladoras y el abastecimiento a Sant Josep, se han reducido considerablemente las extracciones del acuífero de sa Serra Grossa, el que abastece a los cinco pozos del municipio de Ibiza, y el estado de esta masa de agua «ha mejorado».
Recuperación de sa Serra Grossa
En concreto, el plan de gestión sostenible del agua y emergencias en situaciones de sequía, de abril de 2021, determinaba que todos los municipios que se abastecen de sa Serra Grossa debían disminuir sus extracciones de modo que, en conjunto, no se superase, en el horizonte del año 2027, la cifra de 2,190 hectómetros cúbicos asignados por el Plan Hidrológico de Balears para abastecimiento urbano.
Sant Josep, responsable del 80-90% de las extracciones de esta masa de agua, ha pasado de extraer un caudal de 4,056 hectómetros cúbicos en 2015 a 0,859 en 2021. En Vila, en 2015, el volumen captado se situaba en 0,325 hectómetros y el año pasado en 0,246.
Como en 2020 y 2021 se produjo un descenso del consumo por el covid, el informe destaca que en 2019, previo a la crisis sanitaria, el volumen de extracción total fue de 1,869 hectómetros cúbicos (1,526 por parte de Sant Josep y 0,343 de Vila), por debajo ya del máximo previsto de cara a 2027.
Además, el planeamiento urbanístico de Vila «no prevé superar nunca» la extracción real de 2019, que es la que se tiene que autorizar en la regularización de la concesión de los pozos, por lo que el informe de Recursos Hídricos concluye que es «compatible con los objetivos del Plan Hidrológico». Hay que tener en cuenta que en invierno Vila también consume agua desalada y sólo echa mano de los pozos para cubrir las puntas de máxima demanda.