A este ritmo, el transporte de pasajeros en aviones privados va a necesitar un aeropuerto específico en Ibiza. La cifra de jets que aterrizan y despegan en es Codolar no deja de crecer; lejos de verse afectado por la crisis sanitaria de covid-19, este sector está disfrutando de una época dorada sin precedentes, con unas cifras en continuo crecimiento.
Hasta tal punto de que, según los datos facilitados por Aeropuertos Nacionales y Navegación Aérea (AENA), en los seis primeros meses de este año la terminal ibicenca ha gestionado 6.066 operaciones de este tipo de aviones (contabilizando siempre los aterrizajes y los despegues). Es un 13.5% más que la cifra registrada en el mismo periodo del año pasado, el primero después del coronavirus y que se cerró con una cifra récord, nada menos que 14.201 jets en esos doce meses. 2020 contabilizó 7.328 vuelos de jets y 2019, un total de 11.276, lo que da una idea del cambio.
Pero la influencia positiva de la crisis sanitaria en este sector, el dato que confirma la tremenda evolución que ha registrado, se obtiene al comparar la actividad de estos primeros seis meses con la de 2019.
El crecimiento, a partir de 2019
Hace tres años, el turismo seguía creciendo y la terminal ibicenca contabilizó 3.819 vuelos de aviones privados de enero a junio. Una cifra un 58% inferior a la del mismo periodo de este ejercicio.
Para hacerse una idea, de enero a junio de este año han llegado a Ibiza una media de 33,5 jets al día, por los 21 de hace tres años y los 29,5 del mismo periodo del año pasado.
En junio, esa media aumenta hasta los 85,2 vuelos diarios. El mes pasado llegaron o salieron un total de 2.558 aviones privados a es Codolar, por los 1.966 del mismo mes del año pasado, los 1.192 de 2020 y los 3.819 de hace tres años, siempre según los datos facilitados por AENA.
La evolución de estos primeros seis meses evidencia el salto cuantitativo de esta actividad aérea. Sobre todo desde el año pasado. Así, en enero de 2019 se contabilizaron 182 vuelos, por los 357 del mismo mes del año pasado y los 397 del primer mes de 2022. Febrero sigue el mismo camino: 151 vuelos en 2019, nada menos que 622 el año pasado y casi la mita, 347, este ejercicio.
Abril marca el cambio
En marzo, más de lo mismo: 268 operaciones de jets hace tres años, 419 en 2020 y 323 este año. En abril cambia ligeramente la tendencia, más favorable a este año con 851 vuelos frente a los 774 de 2021 y los 369 de 2019.
En mayo, como apunta el sector, la actividad se desboca con 1.590 operaciones este ejercicio frente a las 1.207 del año pasado y las 1.963 de 2019.
Y en junio se replica la situación: 1.963 operaciones en 2019, 1.966 el año pasado y nada menos que 2.558 este año.
Subidón gracias a los meses de mayo y junio
El tremendo incremento en la actividad de los vuelos privados en Eivissa en el primer semestre del año se cimenta en los buenos resultados de mayo y junio y en un invierno muy provechoso como consecuencia de las restricciones por el covid en Europa. «Mucha gente ha preferido pasar los confinamientos en una villa en Eivissa», confirman fuentes del sector.
En cualquier caso, y como es lógico, la aviación privada está condicionada enEivissa por la comercial, lo que limita su abanico de posibilidades a la hora de elegir horas para sus vuelos. Esto favorece el crecimiento de este sector en los meses de mayor actividad, julio y agosto, cuando los vuelos comerciales, sobre todo chárter, se disparan en número.
Las aerolíneas suelen reservar sus slots (permisos para aterrizar, estacionar y permanecer en el aeropuerto) con meses de antelación; en el caso de las empresas que viven de los vuelos privados la cosa cambia, porque la antelación se limita a uno o dos días, apuntan las mismas fuentes del sector en Eivissa.
La capacidad del aeropuerto se reduce principalmente durante los fines de semana e incluso los lunes, que es cuando hay más demanda de slots desde las aerolíneas convencionales.
«La elevada actividad comercial nos condiciona mucho, pero sobre todo durante los meses de más presión turística, que son julio y agosto».
El tremendo incremento en la actividad de los vuelos privados en Ibiza en el primer semestre del año se cimenta en los buenos resultados de mayo y junio y en un invierno muy provechoso como consecuencia de las restricciones por el covid en Europa. «Mucha gente ha preferido pasar los confinamientos en una villa en Ibiza», confirman fuentes del sector.
En cualquier caso, y como es lógico, la aviación privada está condicionada en Ibiza por la comercial, lo que limita su abanico de posibilidades a la hora de elegir horas para sus vuelos. Esto favorece el crecimiento de este sector en los meses de mayor actividad, julio y agosto, cuando los vuelos comerciales, sobre todo chárter, se disparan en número.
Las aerolíneas suelen reservar sus slots (permisos para aterrizar, estacionar y permanecer en el aeropuerto) con meses de antelación; en el caso de las empresas que viven de los vuelos privados la cosa cambia, porque la antelación se limita a uno o dos días, apuntan las mismas fuentes del sector en Ibiza.
La capacidad del aeropuerto se reduce principalmente durante los fines de semana e incluso los lunes, que es cuando hay más demanda de slots desde las aerolíneas convencionales.
«La elevada actividad comercial nos condiciona mucho, pero sobre todo durante los meses de más presión turística, que son julio y agosto».
