A falta de los datos de los últimos tres meses, el año pasado ya apuntaba un crecimiento desmesurado del tráfico de jets en el aeropuerto de Ibiza, lo que desde Aeropuertos Nacionales y Navegación Aérea (AENA) denominan aviación privada.
En noviembre, Diario de Ibiza informó de que la terminal pitiusa había recibido de enero a septiembre más jets que en cualquier año desde 2011. En concreto, en esos nueve primeros meses gestionó 12.307 operaciones (entre los aterrizajes y los despegues) de aviones privados con 31.559 pasajeros a bordo, superando los totales anuales de la última década.
Los datos definitivos confirman que este sector vivió en 2021 el mejor año de su historia. Nada menos que 14.281 operaciones repartidas entre los doce meses pero concentradas de mayo a octubre, coincidiendo, como no podía ser de otra manera, con la temporada turística y la fuerte estacionalidad que provoca esta industria en la economía pitiusa.
Esta cifra representa un incremento del 90,6% con respecto a la registrada un año antes, en 2020, cuando estalló en toda su crudeza la crisis sanitaria provocada por el coronavirus.
Fue a mediados del mes de marzo, con estado de alerta incluido durante casi tres meses, y provocó un tremendo caos en la sociedad y la actividad empresarial de todo tipo.
En 2020 se contabilizaron 7.491 operaciones de este tipo de aeronaves privadas, mientras que un año antes, el último de la antigua y mal llamada ‘normalidad’, la única pista del aeropuerto ibicenco acogió 11.284. Es una cifra un 26,6% inferior a la del año pasado, con 2.997 vuelos menos.
Finalmente, en 2018 los controladores de la torre de es Codolar gestionaron el paso de 13.558 aviones privados, un 5,3% menos que el pasado ejercicio, con una baja de 723 operaciones.
Por meses, la actividad en todos estos ejercicios se centra en la temporada de verano, y como en los veranos de 2018 y 2019, el mayor número de vuelos se detectó el año pasado en julio, manteniendo una dinámica que, según cómo funciona el turismo en las islas, debería trasladarse a agosto, cuando tradicionalmente más movimiento hay.
En julio, la única pista habilitada en es Codolar para aterrizajes y despegues gestionó un total de 3.103 vuelos de 'jets'
Durante el pasado mes de julio, por ejemplo, la única pista habilitada en es Codolar para aterrizajes y despegues gestionó un total de 3.103 vuelos de jets, la cifra más alta jamás registrada. Representa nada menos que una media de un centenar de vuelos de aviones privados al día, a los que hay que sumar las operaciones de tráfico regular y los chárter.
El segundo mes con mayor tráfico de aviones privados durante 2021 fue agosto, con 2.280 operaciones y una media diaria de 73 vuelos. Le sigue junio, con 1.996 movimientos y una media al día de 66 vuelos, y septiembre (1.579 aterrizajes y despegues y una media de 52 jets diarios).
Como se detecta en las estadísticas de estos últimos cuatro años facilitada por AENA, se mantiene una lógica pauta anual en la actividad de este sector del transporte, acorde a la evolución del turismo. Sin tener en cuanto los cuatro meses anteriores, los de mayor tráfico, y exceptuando 2020 (este año se movió al frenético e imprevisible ritmo que marcaron el covid y las restricciones en el transporte), mayo y octubre siguen acumulando cierto volumen de vuelos, destacando por encima del resto.
De hecho, en mayo del año pasado se contabilizaron 1.207 operaciones de estos aviones privados, con una media diaria de 39 aviones privados, una cifra que dista bastante tanto de la punta de actividad (como se ha apuntado antes, cien operaciones diarias en julio) como del registro más bajo, el pasado año en enero, con 357 movimientos y 11 jets al día.
Caída de 2019 frente a 2018
En cualquier caso, el registro de hace un año es el más alto del que se tiene constancia en un mes de enero desde al menos 2018, a tenor de los datos facilitados por el gestor aeroportuario.
Finalmente, destaca la reducción de la actividad de los vuelos privados de 2019 con respecto a 2018. Fue de 11.284 vuelos menos (13.558 frente a los 11.284 del último año antes del covid), lo que representa un descenso del 16,8%.
El ejercicio siguiente, el de 2020, no cuenta para las estadísticas por los vaivenes que generó el covid. Y 2021 será recordado en el sector como el año del despegue.
