La restauración y puesta a punto de las murallas de Vila supondrá una inversión de un millón de euros, financiados al 50% con fondos Feder, en diferentes intervenciones que abarcan tanto la estructura del recinto defensivo como el embellecimiento del mobiliario urbano o la adecuación de yacimientos arquitectónicos. El proyecto, redactado por el estudio de arquitectura y diseño Mipmarí, prevé un plazo de doce meses para la ejecución de estos trabajos.
La mesa de contratación del Ayuntamiento ya ha propuesto que las obras se adjudiquen a Construcciones y Desarrollos Tudmir S.L, la única que se ha presentado al concurso público con una oferta de 1.014.003 euros. No obstante, la propuesta aún se encuentra en fase de evaluación.
El recinto amurallado se encuentra en buen estado general de conservación, así que no es necesario intervenir en los cimientos
Las actuaciones de mayor envergadura consisten en la consolidación de la base de la muralla y del sustrato rocoso en la cara norte del baluarte de Santa Tecla y en el tramo comprendido entre este mismo antemuro y el de Sant Bernat. Según destaca la memoria del proyecto, el recinto amurallado se encuentra en buen estado general de conservación, así que no es necesario intervenir en los cimientos. Además, queda fuera del ámbito de esta intervención el espacio entre el baluarte de Sant Jordi y el de Sant Bernat, ya que comprende el área en la que se llevan a cabor los trabajos del Parador de Turismo.
Restos arqueológicos
En estos momentos, ya están en marcha unos trabajos paralelos para consolidar Es Revellí, junto al mirador del viejo Ayuntamiento. Este espacio, con el nuevo proyecto ahora en licitación, quedará conectado con el Carrer Santa Maria, que discurre por detrás de Can Botino para subir a la Catedral por el Carrer Major.
Con la recuperación del acceso desde Es Revellí también se habilitará un recorrido con la intención de dar mayor relevancia a las cisternas púnicas del Carrer de Santa Maria
Con la recuperación del acceso desde Es Revellí también se habilitará un recorrido con la intención de dar mayor relevancia a las cisternas púnicas del Carrer de Santa Maria, a los pies del baluarte de Santa Tecla. En este yacimiento se instalarán unos atriles explicativos y se propone una pasarela elevada sobre el terreno para contemplar los restos, que también se prevén restaurar.
En el baluarte de Sant Jaume, museizado desde 2008 con una muestra de tecnología militar, se recuperará el acceso original a las casamatas desde la ronda Calvi. Además, se rehabilitarán las garitas de los baluartes de Santa Llúcia y de Sant Joan.
Vegetación y grafitis
La puesta a punto del recinto amurallado concluirá con la retirada de la vegetación de los muros, así como de hongos y mohos producidos por la humedad. Igualmente, se limpiarán todos los grafitis de época moderna con materiales no abrasivos. Estos últimos trabajos deberán supervisarse para que solo se retiren las marcas contemporáneas producto del vandalismo, con el fin de proteger los grabados o incisiones, sobre todo en el mortero, que se hicieron siglos atrás.
Otras medidas incluidas en el proyecto consisten en sustituir las actuales casetas de iluminación de los principales puntos de las murallas para que queden a ras de suelo o sellar las grietas y fisuras de los muros, donde se aplicará mortero con resina o material aislante para evitar que entre agua y crezca la vegetación.
En su propuesta para optar a este concurso público, la empresa Construcciones y Desarrollos Tudmir ha incluido otros trabajos de mejora para sumar al proyecto inicial. Entre estas iniciativas, se encuentra la limpieza y pintura de los 68 atriles informativos que conforman la museización de Dalt Vila, así como la adecuación de todos los pasamanos y barandillas de la ronda Calvi, los Jardines de la Cúria y los baluartes de Sant Pere y Santa Llúcia.
