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Vila empieza a instalar el toldo en la parada de taxis del puerto de Ibiza

El parasol tendrá 60 metros de longitud y unos dos de anchura

Un grupo de turistas en la cola de la parada de taxis del puerto, ayer por la tarde. | TONI ESCOBAR

El Ayuntamiento de Vila empezó ayer los trabajos para colocar un toldo para dar sombra a los usuarios de la parada de taxis del puerto de Ibiza, una instalación que se ha estado anunciando desde el pasado mes de abril. Las labores para instalar los postes que sostendrán la vela tardará aún una semana, según indicó ayer el concejal de Movilidad, Aitor Morrás que pidió disculpas por los retrasos sufridos «debido a unas dificultades que se escapan a la voluntad política».

Dos operarios empiezan a colocar los postes. | TONI ESCOBAR

Morrás explicó que el planteamiento inicial para dotar a la parada de un parasol tuvo que modificarse, ya que se debe perforar una profundidad de 60 centímetros para que los postes queden firmes. Sin embargo, se da la circunstancia de que, debajo de esa acera, «pasa el cable de fibra óptica», señaló Morrás.

«Se vio que corríamos el riesgo de cortar los cables y se tuvo que modificar la programación de los trabajos»

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«Se vio que corríamos el riesgo de cortar los cables y se tuvo que modificar la programación de los trabajos». Además, también recordó que el Ayuntamiento solo dispone de un estrecho tramo de esa vía, ya que el resto corresponde al paseo que es competencia de la Autoridad Portuaria de Balears.

Retrasos

«No nos parece normal que una Administración intente poner un toldo y que, por una cosa y otra, tarde tanto tiempo», admitió el concejal. La instalación aún tardará varios días, ya que la empresa contratada para estos trabajos prevé invertir una semana solo para levantar los postes.

El parasol tendrá una longitud de 60 metros y una anchura de entre dos y tres metros, detalló el concejal. El Ayuntamiento anunció el 23 de junio que había adjudicado a Toldos Pitiusas la construcción de este parasol, para proteger a los usuarios de la parada de taxis en la avenida de Santa Eulària, por un valor de 18.000 euros.

Tras la supresión de la parada de taxis de Bartomeu de Roselló, a mediados de febrero, los taxistas denunciaron insistentemente que sus clientes quedaban sin ninguna protección para la lluvia o el sol. El Consistorio había encargado presupuesto a tres empresas distintas. Al ser un contrato de obra menor, ya que su cuantía es inferior a los 40.000 euros, se pudo adjudicar directamente.

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