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Aumentan un 25% las estafas de alquiler de vivienda en Ibiza respecto al año pasado

La Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de Ibiza habla de tres tipos de fraudes

Fernando Luis Suárez, oficial de policía y jefe de equipo en la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de Eivissa Vicent Marí

«El piso se alquila por corto/largo plazo y la transacción será realizada por Airbnb, ya que no estoy en la ciudad. Usaremos Airbnb solo para la reserva, por la seguridad de ambas partes. Para reservar el piso, deberá realizar el pago de la reserva a la cuenta bancaria de Airbnb a través del banco. Airbnb retendrá su pago (el primer mes y la fianza) hasta que haya recibido las llaves, el contrato y haya visto el piso. Después de verlo, tendrá que tomar una decisión: en caso de que no lo desee, el pago de la reserva será devuelto a su cuenta al instante; si lo quiere, yo recibiré el dinero solo después de que haya visto el piso. Si acepta, le haré la invitación a través de Airbnb. Allí encontrará, al final de la reserva, todos los detalles para completar el pago. Por cada invitación de reserva que envío, pago 50 euros, así que envíeme los datos solo si realmente desea reservar ahora. Hacemos empadronamiento y contrato tradicional durante el tiempo que quiera».

Valerie es solo una de las decenas de personas que tratan de estafar con alquileres que no existen en Ibiza. Lo hace con publicaciones de la supuesta vivienda en redes sociales y, en este caso, alquila un piso en la calle Abad i Lasierra por 650 euros mensuales más un mes de fianza. Sin embargo, la plataforma Airbnb únicamente es para alquiler vacacional y, en ningún caso, se encarga de formalizar un contrato.

Según explica el oficial de policía y jefe de equipo en la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de Ibiza, Fernando Luis Suárez, las estafas relacionadas con el alquiler de viviendas «han crecido un 25%» en los primeros seis meses del año en comparación con el mismo periodo de 2021, meses marcados por el covid. «Con la pandemia vimos un incremento de esta situación porque la mayoría de las gestiones se hacían de manera online y de ahí ha venido la problemática», indica.

En este sentido, el responsable de la UDEV señala que se encuentran con diferentes casuísticas. «Hay gente que ofrece un piso que no existe, gente que intenta alquilar un piso que sí que existe, pero que no es suyo o, incluso, que hacen alquileres a diferentes personas y, cuando llegan, ninguno puede entrar porque son contratos fraudulentos o que directamente no pueden entrar a vivir porque ya hay gente residiendo allí», subraya.

Lo que sí que han constatado en la comisaría es que «las personas que estafan lo hacen con diferentes pisos», nunca repiten el mismo en sus anuncios.

A partir de la denuncia por parte de la persona estafada, los agentes tratan de localizar a los autores, pero «no siempre se les puede identificar», aclara Suárez. «Intentamos llegar a ellos a través de un teléfono, email... Si está en la isla lo detenemos nosotros y si no, lo ponemos en busca para que lo detengan en otro sitio», añade. En el caso de poder detenerlo, pasan a disposición judicial. «En muchas ocasiones se declaran insolventes y es difícil que hagan frente a la responsabilidad», sostiene el oficial, que añade que «si es penal muchas veces se queda en poco porque la metodología ya es intentar no estafar más de 400 euros para que sea delito leve. Y, si es más, entre que sale el juicio, tienes que localizar al perjudicado, que a veces no se puede personar, puede que se archive el caso y no haya condena».

Este aumento de estafas se produce, principalmente, durante la temporada turística, ya que en invierno «son casos esporádicos porque el mercado es otro», relata Suárez.

En cuanto a los robos con violencia, el jefe de equipo en la UDEV habla, también de un incremento del 25% respecto al año pasado. «Hay, pero no son excesivos. Se dan muchos hurtos de relojes de alta gama, pero nada fuera de lo no habitual. La mayoría son al descuido, no con partes de lesiones de las víctimas, pero sí que hay algunos robos que son con violencia», concluye.

Crecen los fraudes a raíz de la pandemia del coronavirus

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) alerta de tres supuestas estafas: si la vivienda combina fotos bonitas con un precio especialmente bajo; si el presunto arrendador ofrece algún beneficio a cambio de que transfiera el dinero al margen de la plataforma donde se anuncia la vivienda; y si envía un correo electrónico (phising) que, a primera vista, parece de la plataforma u otro sitio de confianza pidiéndole información confidencial.

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