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Laboral

El Brexit complica la contratación de británicos en la hostelería de Ibiza

La salida del Reino Unido de la UE ha supuesto «un cambio muy importante en materia de extranjería que dificulta, prácticamente imposibilita, la contratación de trabajadores» procedentes de ese país, aseguran desde establecimientos hoteleros y de restauración

El West de Sant Antoni antes de la pandemia. | J.A.RIERA

La hostelería pitiusa está teniendo serias dificultades para completar sus plantillas porque la mano de obra escasea. Una de las principales razones es el alto coste de la vivienda, tan elevado que algunos sueldos no dan ni para pagar la mensualidad, por lo que los antiguos temporeros prefieren quedarse a trabajar en la Península, más barata y donde ahora hay una fuerte demanda de empleo. Pero otro motivo del que no se tenía conocimiento hasta ahora deriva del Brexit. Ya habíamos olvidado la ruptura del Reino Unido con la Unión Europea y pensábamos que no traería más consecuencias que las relacionadas con el pasaporte, las aduanas y los viajes turísticos, pero el acuerdo de retirada también está ocasionando este año (el pasado no porque el turismo y la contratación fueron bastante residuales) estragos en el ámbito laboral: desde el adiós de Gran Bretaña a la UE, los británicos son considerados extracomunitarios y su contratación deja de ser tan sencilla y rápida como la de un francés o un griego. Se complica hasta tal extremo que algunos hoteles y negocios vinculados al ocio y cuyos clientes son básicamente viajeros procedentes del Reino Unido no han podido completar su personal y sólo han logrado parchearlo con empleados poco cualificados, la mayoría de los cuales no tienen un nivel de inglés adecuado para atender a los turistas.

Desde el pasado año, los británicos que deseen trabajar en Ibiza se rigen por la ley y el reglamento de Extranjería. Los ciudadanos de ese país que no son beneficiarios del acuerdo de retirada de la UE (la mayoría, residentes desde hacía años) son considerados nacionales de un tercer país, extracomunitarios, y deben solicitar la autorización de residencia y trabajo. Antes del Brexit les bastaba con tramitar el certificado de miembro de la UE, mucho más sencillo que lo que deben hacer ahora, que, según las fuentes consultadas, se está convirtiendo en algunos casos en un muro infranqueable y farragoso. Las restricciones son tales que «casi imposibilitan la contratación», afirman.

Ya no es suficiente con que el interesado quiera trabajar. Ahora el empleo que desee ocupar debe encajar en las ocupaciones previstas en el sistema nacional de empleo o disponer de un permiso de trabajador altamente cualificado. Y, además, los trámites son complejos y largos, aseguran.

«Nos ha impactado de manera muy importante, pues se ha sumado a la escasez de mano de obra, el alto coste de la vivienda y la subida generalizada de precios. Ibiza ha dejado de ser un lugar atractivo para trabajar en verano»

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«Isla sin atractivo para trabajar»

M. (nombre figurado porque tanto esa persona como su empresa prefieren mantener el anonimato) es el responsable de recursos humanos de un hotel de Sant Antoni donde casi el 100% de sus clientes son británicos. El Brexit, afirma, «ha supuesto un cambio muy importante en materia de extranjería que dificulta, prácticamente imposibilita, la contratación de trabajadores procedentes del Reino Unido», un problema al que también se enfrentan algunos turoperadores en la isla. Antes, muchos ingleses se trasladaban a la isla «para vivir la experiencia del verano trabajando. Eso ha desaparecido. Venían muchos, y no sólo para negocios con clientela puramente británica». Aquellos temporeros han desaparecido tras el Brexit, lo que ha causado un roto en el personal de establecimientos como el de M.: «Nos ha impactado de manera muy importante, pues se ha sumado a la escasez de mano de obra, el alto coste de la vivienda y la subida generalizada de precios. Ibiza ha dejado de ser un lugar atractivo para trabajar en verano».

"El problema es que el nivel de inglés de los españoles no es muy bueno. Para nosotros es muy importante que el empleado se pueda comunicar con el cliente"

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En su plantilla hay una parte compuesta por británicos con residencia en España previa al Brexit y a los que no afecta la nueva situación. Para suplir a aquellos ingleses, galeses o escoceses para los que ahora es harto complicado encontrar un empleo por no pertenecer a la UE, empresas como la de M. se han visto obligadas a recurrir «a trabajadores de habla inglesa como los irlandeses, que sí siguen en la Unión y que, por tanto, no tienen ese problema laboral». Pero no hallan suficientes de ese país para cubrir las aproximadamente 40 vacantes ocasionadas por el Brexit, por lo que han echado mano de otros europeos comunitarios y, sobre todo, de españoles, «muchísimos españoles», indica M. «El problema es que su nivel de inglés no es muy bueno. Para nosotros es muy importante que el empleado se pueda comunicar con el cliente. Es algo crucial y estamos sufriendo al respecto porque la cualificación, el nivel de inglés, no es buena en el caso de este nuevo personal español». Han intentado captar los perfiles adecuados «en ferias de empleo», pero con poco éxito: «Es difícil hallar los niveles de inglés que requerimos, sobre todo en departamentos puramente de atención al cliente».

Puestos «de difícil cobertura»

No es fácil contratar a los británicos por los requisitos que se exigen, detalla el responsable de recursos humanos: «En materia de extranjería, cualquier ciudadano de la UE tiene libre movilidad y puede trabajar sólo con obtener una simple documentación (NIE y número de la Seguridad Social). Pero eso se rompe con el Brexit en el caso de los ingleses. Ahora se los trata como a extracomunitarios. Si acreditan residencia previa a 2020 no tienen problema para obtener su documentación. Pero para los que antes venían a hacer la temporada, eso se ha acabado».

El permiso sólo está disponible para aquellos que estén cualificados para ocupar un «puesto de difícil cobertura. Y un empleo en una recepción o de camarero no es de difícil cobertura»

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El permiso, señala, sólo está disponible para aquellos que estén cualificados para ocupar un «puesto de difícil cobertura. Y un empleo en una recepción o de camarero no es de difícil cobertura», explica M.. En el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura del SEPE para las Pitiusas en el segundo trimestre de 2022 se incluye a frigoristas navales, jefes de máquinas de buque mercante, maquinistas navales, mecánicos de litoral, deportistas profesionales, entrenadores deportivos y camareros de barco, entre una veintena de oficios. Los camareros de barra no aparecen: «Eso supone un problema en hoteles como el nuestro, donde el cliente es casi en su totalidad británico». Este año no han podido completar la plantilla en determinados departamentos, como en recepción, «donde se necesita un nivel avanzado de español e inglés. Es difícil encontrar a alguien que domine las dos lenguas», asegura.

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