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Juegos Tradicionales en Ibiza: Cómo se jugaba sin las pantallas

El paseo marítimo de Santa Eulària se convierte en un escaparate para el tiro con honda y los divertimentos tradicionales

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Juegos tradicionales en el paseo de Santa Eulària

Al llegar al primer expositor del encuentro de juegos tradicionales, llama la atención una ajada cajetilla de Fosforera Española. Aparece un ciclista con el maillot de franjas marrones y amarillas del Hueso, igual que el antiguo envoltorio de las chocolatinas Huesitos. Se trata del zamorano José Antonio Cabrero, que solo corrió en este equipo en 1983, antes de pasar al Dormilón. Ese año, Cabrero quedó decimosexto en la Vuelta Ciclista a España, la del ‘No tengo tiempo’ de Azul y Negro.

Cuando Pep Tur, Saliner iba a EGB en Sant Josep, las cerillas se ilustraban incluso con toreros. «Eran como cromos y los recortábamos. Íbamos a pedir las cajetillas vacías a los vecinos», recuerda. La colección se ampliaba o menguaba en el recreo jugando a ses cartetes, el nombre que recibían esas estampas recortadas. Los niños acordaban cuántas se apostaban y las ponían en un círculo dibujado en el suelo. Ya solo quedaba tratar de sacar las cartetes de los rivales de ese perímetro con una maca, (una piedra lisa).

Las cajetillas de cerillas se ilustraban con futbolistas o toreros para que los niños los coleccionaran

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En otra de las mesas repartidas frente a la playa de Santa Eulària se muestran trozos de cuerdas y unos guijarros con carteles indicativos («juego del cordel», «elástico» o «5 pedretes»). «Estos son los juegos de niñas, porque nunca jugábamos con los niños. Hasta que llegué a segundo o tercero de BUP, hace unos 50 años, no había clases mixtas», precisa Paquita Clapés.

'El Chocherito Leré'

En el suelo del paseo marítimo se han pintado los cuadrados para la xinga (rayuela). Un turista escocés, de unos setenta años, se queda asombrado al verla porque creía que era un entretenimiento exclusivo de su país. Al lado, un niño se anima a saltar a la comba mientras su madre se arranca a cantar ‘El Cocherito Leré’. «No creo que conozca esta canción porque mi hijo no juega a estas cosas, pero sí que mira ‘Willy Fog’», comenta Vanesa Saray.

La jornada, organizada por la Associació Balear de Jocs Tradicionals, no solo se destina a los más pequeños, con carreras de sacos o clases de tiro con honda con la campeona del mundo Maria Tur. Los mayores también pasan un buen rato con las bitlles o con partidas de cartas de cau o manilla.

"Los adultos están disfrutando tanto o más que los niños y todos dicen que jugaban así de de pequeños"

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También hay un espacio para el truc, el juego de naipes más popular de Mallorca, que enfrenta a dos parejas de el Club La Tella de Montuïri. La tella es una competición específica de este pueblo, similar a la petanca, que solía jugarse con una piedra y monedas. Los mallorquines a la rayuela la denominan «piso».

«La verdad es que los adultos están disfrutando tanto o más que los niños. Cuando les explicas el funcionamiento de los juegos te dicen: ‘Ah, pero si nosotros jugábamos a esto de pequeños’», destaca el presidente de la Associació Balear de Jocs Tradicionals, Pep Ribas.

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