Un operativo compuesto por agentes de la Policía Local de Sant Antoni y la Guardia Civil está supervisando el desalojo de los okupas que permanecían en la vivienda Can Miquel den Pareta, en Sant Mateu, donada por su propietario al municipio y okupada al menos desde el mes de marzo del año pasado, cuando el Ayuntamiento puso la primera denuncia. Durante el pasado verano, los okupas organizaron numerosas fiestas ilegales, una de ellas detectada por los detectives contratados por el Consell de Ibiza.
Según ha declarado a Diario de Ibiza uno de los okupas desalojados, Juan Bautista Moreno, en esta casa han llegado a vivir hasta tres familias, pero hace una semana se fueron dos de ellas y se quedó él con su pareja y sus dos hijos de seis y cuatro años.
Bautista explica que entró a vivir en esta casa tras firmar un contrato con "un chico" a quien según dice pagó "seis meses por adelantado" y que finalmente "le estafó".
Junto a su pareja y sus dos hijos menores, este hombre dice que "se buscará la vida" para dormir esta noche en un hotel o en casa de algún familiar. Pero tiene clara sus prioridades: a partir de mañana buscarán otra casa para okuparla.
El propietario de Can Miquel den Pareta murió en noviembre de 2020 y dejó esta casa al Ayuntamiento, que no había culminado los trámites para aceptar la herencia cuando ya habían entrado los okupas.
