El sector pesquero recreativo se manifestará el próximo 30 de abril, junto a los cazadores de Ibiza, por las restricciones impuestas a su actividad que recoge el Plan de Gestión de la Red Natura 2000 en la Costa Oeste de la isla, que incluye la creación de las reservas marinas de ses Bledes (en los islotes de Ponent) y es Vedrans (en es Vedrà y es Vedranell).
Los redactores del plan, en fase de exposición pública y que ha sido impulsado por la conselleria balear de Medio Ambiente, consideran que esas restricciones y esas reservas son precisas para, principalmente, proteger las poblaciones de gorgonia roja (Paramuricea clavata) que se encuentran en sendas ubicaciones. Esas colonias tienen «un elevado valor patrimonial», son «una de las pocas de esa especie que hay en Balears a esas profundidades y son las únicas de todo el Mediterráneo noroccidental con un buen estado de conservación».
Esa singularidad, se alerta en el plan, «no se ve reflejada en la biomasa íctea [peces], con valores muy por debajo de su potencial ecológico, debido principalmente a la sobreexplotación pesquera», según recogen varios estudios recientes. De ahí la propuesta de crear esas reservas: «Cada una de estas zonas contará con un nivel de protección diferenciado (...), de forma que quede garantizada la protección de las comunidades de gorgonias y la recuperación de las poblaciones ícticas, de acuerdo con el potencial de la zona».
Las áreas más sensibles «a la pesca por presentar los menores valores de biomasa y en las que se encuentran las comunidades más representativas de gorgonias» son el sur de ses Bledes, el norte de s’Escull Vermell, el norte de s’Escull de Tramuntana, el oeste de na Plana y la Punta de sa Bestorre (en es Vedrà).
El director insular de Medio Rural y Marítimo, Joan Marí Guasch, asegura que lo que se pretende regular con esas reservas «no tiene nada que ver con lo que había inicialmente, que proponía proteger toda una zona de mar mucho más amplia». Marí señaló que el propósito de la conselleria balear de Medio Ambiente «es proteger los recursos pesqueros», tal como ya se hace «con otras reservas que ya hay en la isla».
Bucear sí, pero sin pescar
Respecto a la práctica del buceo con escafandra autónoma, se permitirá en todo el ámbito marino del Plan de Gestión de la Red Natura 2000, salvo en esas reservas marinas de ses Bledes y es Vedrans. No obstante, la Administración podría otorgar autorización para bucear allí siempre y cuando los buzos no porten «ni en mano ni en sus embarcaciones instrumentos que se puedan utilizar para la pesca o extracción de especies marinas».
Además, el plan de gestión quiere empezar a atajar las capturas accidentales de aves marinas en las artes de pesca, sobre todo de especies altamente amenazadas como la pardela balear, que se encuentra en peligro crítico. Propone, en ese sentido, aplicar «medidas de mitigación» que eviten que queden enganchadas a los anzuelos del palangrillo.
Así, establece un período de dos años «para que las embarcaciones de pesca opten por alguna de las medidas de mitigación existentes», como la calada nocturna, que los redactores del plan consideran que es la más eficiente en la actualidad. Otras medidas son el cambio de cebo, para lo cual deberían usar otros «menos apetecibles para las aves, como cefalópodos o crustáceos; incrementar el peso en las líneas de calada (de manera que el arte se sumerja antes), o la utilización de líneas espantapájaros.
Pasados esos dos años, la aplicación de medidas mitigadoras será obligatoria para ese tipo de arte, y no sólo cuando faenen dentro del ámbito de las ZEC (zona de especial conservación) del plan, sino siempre y en todos los bancos en los que pesquen.
Boyas en Cala d’Hort
Otra de las medidas incluidas en el plan y relacionadas con el mar es la instalación de campos de boyas de bajo impacto sobre fondo de posidonia en Cala d’Hort y en Cala Vedella «para mitigar el elevado daño provocado por el fondeo incontrolado sobre las mismas». Se establecerá un número máximo de puntos de fondeo (de tipo ecológico) sobre posidonia: 25 para Cala d’Hort y 36 para Cala Vedella.
El proyecto deberá incluir además una partida destinada a la vigilancia del campo de boyas, que no podrá hacer el vigilante de posidonia de la zona. Un 70% de las boyas deberán ser «para estancias cortas», por no más de 48 horas consecutivas.
