Los alumnos de Ibiza y Formentera han vuelto hoy a las aulas sin la obligatoriedad de llevar mascarilla en los espacios interiores. En el caso del colegio Can Guerxo, la mayoría de estudiantes han decidido quitarse el cubrebocas, aunque todavía hay niños que, por respeto al virus o por vergüenza a que se les vea la cara, siguen usándolo. “Ya podemos respirar aire puro en clase”, dicen con satisfacción.

Para los trabajadores, profesorado y personal no docente, se recomienda el uso de mascarilla cuando no se pueda mantener la distancia de 1,5 metros o para las personas vulnerables en cualquier situación, según el protocolo remitido por la conselleria balear de Educación.

Para los estudiantes únicamente será obligatorio su uso en el transporte escolar o en el caso de usar transporte público en una salida o viaje, cuando no se pueda garantizar la ventilación adecuada de los espacios o se produzcan aglomeraciones.

Desde Educación destacan que solo se podrá imponer la obligatoriedad en función de la evaluación de riesgos del puesto de trabajo, que tendrán que hacer los servicios de prevención de riesgos laborales correspondientes y que, en todos los casos, se recomienda mantener las medidas de ventilación e higiene. En este sentido, los centros siguen contando con dispensadores de gel hidroalcohólico, tanto en la entrada del recinto como en el interior.

Estas indicaciones estarán sujetas a revisión puesto que el Ministerio de Sanidad ha anunciado que esta semana publicará un documento específico para los centros educativos.