Franck R. Tassi (Niza, 1942) es capaz de convertir en arte cualquier material de desguace. Prueba de ello es su última exposición, ‘Escultura futura’, que se inaugura hoy a las 18.30 horas en el Auditori Caló de s’Oli, en la bahía de Portmany. De la apuesta por el reciclaje del artista francés habla Nuria del Río Pinto, comisaria de esta «muestra retrospectiva» organizada por el Ayuntamiento de Sant Josep: «La obra de Tassi está elaborada con un 90% de material desechado como motores, engranajes mecánicos, accesorios y complementos de moda». La historiadora del arte tilda de «visionario» a Tassi porque desde los inicios de su carrera, cuando todavía no estaba de moda el reciclaje, se lanzó a dar una segunda vida artística a lo que a simple vista era chatarra, tirando de ingenio y de su formación como ingeniero electrónico.
‘Escultura futura’ recorre toda la trayectoria de Tassi a través de cerca de 40 obras, las más antiguas, de los años 70 y las más recientes, de 2021. En ellas queda patente su «estética futurista» y un lenguaje muy personal que arranca de fuentes tan dispares como la ciencia ficción, el surrealismo y el barroco.
En la sala de exposiciones del auditorio se pueden contemplar algunas estructuras lumínicas, pero el grueso de la muestra gira en torno al concepto de humanoide, ya sea en forma de escultura estática de cuerpo entero, de busto, o de cuadro en tres dimensiones con movimiento e iluminación. Precisamente el título de la muestra hace un guiño a la obra que popularizó el término ‘androide’, la novela de ciencia ficción ‘La Eva futura’, escrita por Auguste Villiers de L’Isle-Adam en 1886.
«Todo el trabajo de Tassi es un homenaje al mundo de la robótica», destaca Nuria del Río. La comisaria de esta muestra antológica recuerda que «por muy futurista que parezca la idea del androide, es un icono no muy frecuente pero sí recurrente en la historia del arte». Sus orígenes, de hecho, se pueden rastrear ya en la mitología griega. «Hefesto, dios de los artesanos y escultores, del metal y de la forja, poseía dos autómatas de oro que le servían», recuerda.
El creador francés emplea «piezas mecánicas, electrónica y accesorios cotidianos» como zapatillas de marca, gafas de sol, collares de perlas o sombreros para dar apariencia humana a sus androides y ginoides, algunos de los cuales tienen rostros reconocibles como el de la diosa Tanit o el del político y estadista chino Mao Tse-Tung, expresidente de la República Popular China. Y es que, como explica la comisaria, a través de sus obras el artista francés no se limita a mostrar la belleza que encierra la tecnología, sino que invita al espectador a reflexionar sobre diversos asuntos como el lugar que ocupa el hombre en el mundo o la fiebre consumista de la sociedad actual.
Bromas y guiños visuales
También Tassi hace sus propias interpretaciones de obras clásicas. Un ejemplo de ello es la versión que creó de la pintura anónima ‘Gabrielle de Estrées y su hermana’, una de sus piezas más emblemáticas, que su propietario ha cedido para esta exposición.
El sentido del humor está muy presente en los trabajos escultóricos de Tassi, llenos de bromas y guiños visuales.
Nuria del Río destaca que la voluntad de incluir ‘Escultura futura’ en el programa de exposiciones del Auditorio Caló de s’Oli es «recalcar la dimensión internacional de Ibiza, una isla que congrega y funde multitud de nacionalidades y que posiblemente sea una de las zonas del mundo con mayor densidad de artistas». Franck R. Tassi, creador autodidacta nacido en Francia y residente en la bahía de Portmany desde 1964, es parte de esta diversidad cultural y artística que se concentra en Ibiza.
La muestra, abierta hasta el 29 de mayo, se puede visitar los jueves, viernes y sábados de 18.30 a 20.30 horas y los viernes, sábados y domingos de 11 a 13.30 horas.
