Las tarjetas revolving, también denominadas tarjetas abusivas, son un tipo de tarjetas de crédito que permiten aplazar el pago de las compras para, en lugar de pagar a mes vencido como en una tarjeta de crédito o al contado como en una tarjeta de débito, pagar las compras a plazos aplicando intereses. Aunque tengan formato de tarjeta, se instrumentan como un crédito al consumo.

Un vecino de Ibiza, que en 2008 contrató una tarjeta de crédito revolving con la financiera Citibank (ahora Wizink), ha logrado ahora recuperar su dinero en los juzgados. Tras 14 años pagando intereses sin lograr saldar su deuda, que no paraba de crecer, decidió ponerse en contacto con la plataforma Recupera Revolving.

"La defensa -explican en una nota de prensa - especializada en reclamaciones frente a bancos y financieras, solicitó que se declarase la nulidad de la tarjeta de crédito por su carácter usurario: el interés aplicado en el contrato era del 26,82% TAE", indican. Sin embargo, y de acuerdo a los datos publicados por el Banco de España, los tipos de intereses aplicados en los créditos al consumo durante ese año se situaban entre el 10% y el 11% TAE, lo que supondría más de 10 puntos de diferencia con el citado caso.

El juez, como viene siendo habitual, no solo ha concedido la razón al afectado sino que ha declarado la nulidad del contrato por su carácter usurario, obligando a Wizink a devolver cerca de 17.000 euros al titular de la tarjeta, incluyendo 12.500 relativos a los intereses remuneratorios cobrados de más durante 14 años.

Este producto de crédito ha ganado en popularidad gracias a su flexibilidad y, sobre todo, lo lucrativo que resulta para las entidades financieras que las emiten. Los intereses a aplicar en una tarjeta revolving pueden incluso superar el 25% TAE, lo que según multitud de sentencias judiciales implica usura.

Muchos son los usuarios de estas tarjetas que están acudiendo a las Ley de 23 de julio de 1908 de Represión de Usura para intentar recuperar dinero de los abusivos intereses de estas tarjetas