Unas 4.000 cajas de archivadores con documentos que ocupan casi cinco kilómetros lineales de estanterías guardan la memoria documental que forma parte del Arxiu de Formentera, que se divide en histórico entre 1888 y 1980 y administrativo desde entonces hasta la actualidad. Toda esa información impresa en papel se guarda cuidadosamente en el nuevo espacio que abrió ayer el Consell de la isla y que facilita la consulta a los ciudadanos.
Entre esos miles de documentos, y gracias al trabajo de investigación que lleva parejo la actualización del archivo, se ha descubierto el primer documento escrito, datado en 1870, que pertenece al registro del entonces Juzgado de Paz de Formentera, que también forma parte de la documentación histórica. Recoge la compra venta de una finca en es Cap de Barbaria «de cinco hectáreas que solo era campo y bosque» y que en esa fecha se vendió por 340 escudos, cantidad imposible de traducir al valor actual, según explicó la archivera, Jahmila Canale.
Las técnicas también han descubierto documentos reveladores sobre el control de la libertad vigilada de determinados vecinos tras ser detenidos por el régimen de Francisco Franco por insurrectos y que fueron puestos en libertad provisional, lo que conllevaba un control anual de estas personas durante varios años. Esas entradas aparecen en un libro específico fechado en 1946.
Otra de las curiosidades es la aparición de un libro que se redacta mientras dura la Guerra Civil Española, entre 1936 y 1939, en el que se copian recetas médicas o indicaciones para curar las enfermedades más frecuentes.
La presidenta del Consell de Formentera, Ana Juan, junto con la consellera de Patrimonio Raquel Guasch, fueron las encargadas de presentar la ampliación de este servicio, que ya el pasado año recibió un total de 211 consultas frente a las 109 de 2020.
La titular del área avanzó que el Consell Insular trabaja ahora en la redacción de un reglamento «para regular el servicio y recoja los principios archivísticos y de conservación preventiva».
Añadió Guasch que en esta materia se están impulsando medidas para crear unas condiciones óptimas para la conservación de los documentos con el objetivo de su digitalización.
La consellera resumió, al respecto: «En definitiva, el objetivo es que la información sea, a partir de ahora, más accesible para todas las personas que tengan interés». Eso sí, no cambia la forma de acceder al archivo ya que se requiere de cita previa, indicando qué documentos se quieren consultar.
