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Los antivacunas protestan en Ibiza

El médico suspendido Ángel Ruiz-Valdepeñas llama a la insumisión contra la vacunación infantil

Ángel Ruiz-Valdepeñas se dirige a los asistentes.

Aluminio, metales pesados, adenovirus de chimpancé, células de fetos abortados y probablemente grafeno. Esta maligna combinación es lo que podemos encontrar en las vacunas contra el covid, según afirmó ayer el médico suspendido Ángel Ruiz-Valdepeñas durante la concentración contra la exigencia del pasaporte covid, y que reunió ayer a 150 personas frente a los juzgados de Vila.

Uno de los muchos mensajes que portaban los participantes. Vicent Marí

Los asistentes acudieron convocados por las plataformas Ibiza Se Moviliza y Padres Por La Verdad, bajo el lema ‘No al pase covid inconstitucional’. Algunos de los participantes portaron pancartas caseras en las que se pudieron leer consignas como ‘Libertad sin miedo’, ‘Madres unidas por la salud y la libertad de nuestros hijos’ y ‘Jueces, policía y guardia civil, ayudadnos’.

El momento culminante de la concentración fue la intervención del médico antivacunas suspendido de sus funciones, Ángel Ruiz-Valdepeñas, que se ha convertido en el rostro del movimiento negacionista en la isla. Subido al tobogán del parque infantil que hay en la plaza de sa Graduada y ayudado por un altavoz, Ruiz-Valdepeñas apeló a la fibra sensible de los asistentes y realizó un extenso soliloquio sobre «el amor» hacía los hijos, «que son nuestro futuro, carne de nuestra carne, por quienes daríamos la vida», y pidió a los asistentes que, en nombre de este ‘amor’, no vacunen a sus hijos: «Ningún niño sano entre los 5 y los 18 años murió durante la pandemia. Entonces, ¿por qué los quieren vacunar ahora?».

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150 personas participan en una protesta en Ibiza contra la exigencia del pasaporte covid Vicent Marí

Haciendo caso omiso de las evidencias científicas, el médico suspendido describió las vacunas prácticamente como cócteles demoníacos, y aseguró que la obligatoriedad del pasaporte covid supone «el fin de la democracia y la libertad y el comienzo de la dictadura».

Los organizadores de la protesta repartieron entre los asistentes dos documentos. Uno de ellos para entregar en los restaurantes en el caso de que nieguen la entrada a un no vacunado, en el que se sostiene que esta exigencia contraviene la Constitución, en concreto los artículos 14 -los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna- y 18.1 -se garantiza la intimidad personal-.

También se difundió una plantilla de texto para que los padres antivacunas entreguen a los directores de los centros escolares, negándose a inmunizar a sus hijos con el argumento de que las vacunas «han dado lugar a muertes, lesiones neurológicas y perjuicio del sistema inmunológico».

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