Después de un año duro debido a la pandemia, parece que la situación actual de la Fundació Deixalles Ibiza es de «más o menos normalidad». Así la definió ayer Raquel Martínez, coordinadora de proyectos sociales, que destacó que, a diferencia de 2020, no hay ningún trabajador en ERTE.
«En los primeros meses de este año han venido muchas personas a nuestros servicios porque en ese momento había mucha incertidumbre y miedo respecto a cómo sería la temporada. Al final ha sido tan buena que hemos insertado laboralmente a más gente que nunca», aseguró.
A falta de cerrar la memoria de este año, la responsable del área social de Deixalles Ibiza adelantó que la entidad sin ánimo de lucro ha atendido entre enero y noviembre aproximadamente a 197 personas de colectivos vulnerables. Por los talleres ocupacionales de los itinerarios prelaborales han pasado 42 personas, «diez de ellas con discapacidad y el resto en exclusión social». Esta actividad, recordó, está enfocada, más que en conseguir un empleo, en mejorar las habilidades sociales y laborales. Dentro de estos itinerarios, está el taller de ropa, el de donaciones, el de deixalleria y el servicio de recogida selectiva de muebles, electrodomésticos y otros elementos voluminosos.
Fundació Deixalles Ibiza tiene también una empresa de inserción con cuatro puestos estables y un Centro Especial de Empleo que cuenta con una plaza para una persona con discapacidad. En ambos casos, se trata de «empleos protegidos, con contrato de trabajo y acompañamiento social», detalló.
En los programas de orientación laboral que ofrece la entidad para facilitar la misión de encontrar trabajo se ha atendido de enero a noviembre a cerca de 150 personas. «Ofrecemos intermediación con empresas locales», explicó Martínez antes de añadir que «el índice de contratación está entre el 30 y el 40%».
Durante la visita guiada, Martínez hizo mención a la pandemia y cómo ha afectado a los colectivos más desfavorecidos: «Hay mucha gente que antes estaba en riesgo y ahora está en situación de exclusión laboral».
La responsable del área social ofreció a los asistentes a la inauguración otros datos interesantes, en este caso ambientales: «Solo en octubre hemos reutilizado 7.776 kilos de voluminosos. Este material equivale a 30 toneladas de CO2 evitadas y a 4.216 árboles absorbiendo CO2 durante un año». También se refirió a la gran cantidad de ropa, mucha de ella apenas utilizada o sin estrenar, que la gente desecha y abogó por «el consumo responsable».