La Fundació Deixalles anunció ayer que ha presentado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que afecta a 171 personas en Balears y a 14 de los 20 trabajadores de Ibiza como consecuencia de la emergencia sanitaria y la declaración del estado de alarma provocada por el Covid-19. A pesar de la delicada situación económica por la que atraviesa esta entidad social sin ánimo de lucro, han mantenido las becas de inserción, de las que se benefician 15 usuarios de la isla.

Estas 15 personas forman parte de los itinerarios prelaborales de Deixalles Ibiza y, según destaca la coordinadora del Área Social, Raquel Martínez García, se trata del colectivo «más vulnerable» ya que se trata de personas que, por diversos motivos, no pueden acceder al mercado laboral. Al ser muy distinta la situación de cada uno de ellos, no se puede establecer un perfil de los participantes de estos pretalleres. «Hay desde personas sin papeles, con problemas de salud mental, con enfermedades que les impiden trabajar hasta usuarios que tienen muy pocas habilidades sociales y que les cuesta mantener su trabajo y jóvenes tutelados por las administraciones legales», explica la responsable del Área Social de Deixalles Ibiza, que hace hincapié en que a pesar de que la entidad está en números rojos, se ha decidido mantener estas ayudas económicas de 99 euros semanales. «De hecho, les hemos pagado por adelantado y ya han cobrado el dinero de la semana siguiente para que no pasen apuros económicos», resalta Martínez García.

Sobre las razones que han obligado a Deixalles a presentar un ERTE por motivos de fuerza mayor, la coordinadora recuerda que la mayoría de sus ingresos provienen de las ventas del mobiliario de segunda mano y de la tienda solidaria y que las subvenciones de las instituciones apenas cubren un 20% de sus gastos. «Somos conscientes de que ahora las administraciones están desbordadas y les estamos ayudando con lo que podemos porque es nuestra obligación moral. No sabemos qué pasará cuando acabe esta crisis, pero nos gustaría que se concedieran ayudas para seguir desempeñando nuestro trabajo», manifiesta Martínez García, que recuerda que han cedido al Consell todo el mobiliario necesario para la nueva vivienda para víctimas de violencia de género, así como 50 mesitas de noche, 14 camas, ropa de hombre y juegos para el albergue temporal en es Raspallar para personas sin hogar.