Un guardia civil fuera de servicio ha sido agredido en Ibiza por un hombre que le fracturó la mandíbula a la salida de un pub en la zona de Cala de Bou, en Sant Josep.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del pasado 12 de octubre, día del Pilar, cuando el agente se encontraba en la calle, junto a la puerta de este local de copas, y presenció cómo un hombre agredía a otro a puñetazos, dejándole inconsciente en el suelo. Al acudir el agente en socorro de la víctima y tras identificarse como tal, el agresor salió huyendo. El guardia civil corrió unos metros tras él, pero al no poder darle caza, volvió para ayuda al agredido. En ese momento, otro individuo que había oído cómo el guardia civil se identificaba, propinó un puñetazo al agente en la cara y le fracturó la mandíbula, causándole una lesión por la que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente

El agente, al que defienden desde la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), se personará como acusación particular contra el agresor, detenido pocos días después por la Guardia Civil, y que se enfrentará a «un delito de lesiones» y a «un delito de atentado a un agente de la autoridad», pero desde la asociación del Instituto Armado lamentan que este tipo de agresiones «por no tener consideración de autoridad los guardias civiles como sí tienen, por ejemplo, los jueces, los médicos o los profesores, conllevan penas inferiores». Por lo que exigen un cambio en el tratamiento penal que tienen las agresiones a los agentes de la Guardia Civil y denuncian que «la protección penal que tienen es insuficiente, siendo las penas que se imponen a los agresores ridículas en muchas ocasiones». Asimismo, reclaman al Gobierno que los agentes «tengan consideración de Autoridad para que hechos como este, sean castigados con mayor severidad».