A partir del próximo sábado 7 de agosto, Formentera aplicará las mismas restricciones que ya se dan en el resto de Baleares respecto al horario de apertura de la restauración así como sobre el número de comensales que podrán compartir mesa. De esta manera, y según ha anunciado esta mañana durante una rueda de prensa en Sant Francesc Xavier el conseller balear de Movilidad y Vivienda, Josep Marí Ribas, el horario de apertura de bares y restaurantes se reduce una hora, ya que tendrán que permanecer cerrados de 1 de la noche a 6 de la madrugada. Respecto al número de personas que podrán compartir mesa, queda establecido en cuatro personas en el interior de los establecimientos y ocho en el exterior, independientemente de si se trata de convivientes o no.
La presidenta del Consell Insular de Formentera, Alejandra Ferrer, presente en la rueda de prensa, ha mostrado su desacuerdo con la medida que reduce en una hora el horario de apertura de los establecimientos de restauración y ha pedido su revisión, asegurando que, en el caso concreto de la pitiusa menor, se trata de "una medida contraproducente". Así, Ferrer considera que, para estas empresas, "una hora significa mucho y muchas se plantearán cerrar". Además, "consideramos que no es solo un tema económico para estas personas, sino que no tendrá la efectividad que se espera" ha asegurado Ferrer, aludiendo a la proliferación de botellones tras el cierre de los bares y restaurantes "que nunca había sido un problema en Formentera y ahora sí lo es".
Ferrer ha recordado que "Formentera se encuentra en estos momentos con 109 casos, un número muy alto que da una cifra de incidencia acumulada muy alta también", pero ha insistido en que esta incidencia acumulada "se continúa calculando sobre el número de residentes en la isla, no sobre la cifra real de personas" que ahora mismo se encuentran en ella.
