Entrevista | Macarena Gómez y Aldo Comas Actriz y pintor

Macarena Gómez y Aldo Comas: «Los caminos se nos cruzan de forma bella»

Macarena Gómez inicia una etapa como productora de cine y Comas expone su nueva obra pictórica

Aldo y Macarena posan
en el Hotel Sa Talaia ante
una obra del primero. alba haut

Aldo y Macarena posan en el Hotel Sa Talaia ante una obra del primero. alba haut / Juan Suárez

Juan Suárez

Juan Suárez

Esta original pareja de artistas lo mismo se tiran juntos en paracaídas que dejan la ciudad para vivir en un pueblo del Ampurdán o cruzan sus vidas y carreras de forma espontánea en busca de la libertad individual a través de su mutua admiración. Macarena Gómez inicia una nueva aventura como productora y Aldo Comas responde con una iniciativa pictórica colorista y de grandes formatos en nuevos espacios.

Macarena Gómez, actriz ganadora de un Goya y popular por la serie ‘La que se avecina’, y Aldo Comas han pasado fugazmente por Ibiza para exponer su obra pictórica en el hotel Sa Talaia de Sant Antoni.

¿La experiencia de montar una exposición en pleno verano en Ibiza ha valido la pena?

Macarena: Mi marido es quien expone, yo soy la consorte.

Aldo: Ha sido una aventura. En pandemia todo ha sido complicado y acabar en un sitio tan ideal es como el final de un camino muy bonito o el principio un nuevo reto. El mundo se está abriendo ahora y esto ha sido una grandiosa aventura.

Como pareja son aventureros, originales y cambian a menudo. ¿Es un nuevo vuelco a sus vidas?

M: Es un cambio en la vida de mi marido porque ahora se dedica al mundo del arte, aunque él siempre ha sido una persona muy creativa. Se puede dedicar a la pintura, la escultura o la cerámica.

A: De hecho, la cerámica me llama la atención. Siempre me dicen que soy un hombre del Renacimiento en la postmodernidad ya que hago de todo. Macarena, aunque no forme parte de este proceso, es parte de la totalidad porque ambos nos hemos ido a vivir al campo, hemos dejado la ciudad y me ha apoyado. No es fácil que de repente tu marido te diga que se va a dedicar a pintar. Me podría haber dicho: ‘trae de comer a casa’, pero me ha dado alas.

M: A una persona creativa y artista nunca le puedes cortar las alas, para mí sería impensable que mi marido no fuera pintor.

¿Cómo llevan esa fusión de arte plástico, arte dramático y arte cómico? ¿Se compenetran en estas facetas tan diferentes?

A: Al final somos artistas. No nos pisamos. Macarena está ahora produciendo películas y tiene varios proyectos interesantes. Le doy consejos porque antes me dedicaba a la producción, igual que ella me dice si ve una mancha rosa en un cuadro que no le gusta, y es capaz de dejar una reunión para venir a decírmelo. Se nos cruzan los caminos de una manera muy bella. Nos admiramos como personas y como artistas.

M: Es muy importante en la pareja la admiración mutua. Aldo me admira mucho como actriz. Y yo le valoro como pintor, artista y en todas las facetas.

¿El camino de la producción es una idea o un proyecto?

M: Soy actriz, lo seré toda mi vida, solo que después de veinte años contando historias de otros ahora quiero contar las propias. Estoy moviéndome, levantando proyectos y en breve podré rodar mi primera película. Es un trabajo muy bonito pero muy complicado. Es más complejo producir que estar detrás de la cámara.

«Es importante la admiración mutua en la pareja. Aldo me admira como actriz y yo le valoro como pintor»

Lo más difícil en estos momentos es encontrar equipo y es complejo conseguir financiación, Pese a ello, me gusta la experiencia.

¿Es difícil encontrar actores y equipos en estos momentos?

M: No encuentro actores, todos están ocupados en proyectos o rodando. Parece increíble pero la pandemia nos ha dado mucho trabajo.

¿Qué quería mostrar Aldo Comas en esta exposición?

A: Trabajo en formato de escritura automática. Empiezo una obra con una idea y unos colores, pero no sé hacia dónde va, elaboro mucho anclado al corazón. He decidido no trabajar la técnica. Me podría dedicar a estudiar ahora siete años para hacer sombras y otros siete más para hacer una cara bien hecha, lo que es muy respetable y admirable, pero no es mi finalidad ahora mismo. Intento tirar más de la garra, la fuerza y el corazón; es etéreo, es instinto puro. Había un pintor que pintaba con palos muy largos para que los trazos estuvieran separados del corazón. Trabajo muy anclado a mi alma, no sé cómo ni por qué, pero sé que hay una comunicación muy directa con mi niño interno. El arte dramático es más matemático.

¿Qué quiere expresar?

A: La belleza. Mi vida es una búsqueda constante de la belleza, desde que hago una fiesta hasta la comida, la vajilla, la ropa que llevamos, la música... La belleza es mi Dios y a él estoy entregando.

¿Cómo ve la belleza desde la distancia y la cercanía?

M: Se ven los miedos e inseguridades del ser humano y del artista. El arte es la sublimación de la belleza. Desde pequeña mis padres me inculcaron la admiración por el arte en todas sus formas. Soy muy cursi, veo un cuadro que me parece bonito y me hace inmensamente feliz o veo de repente una iglesia románica perdida en un pueblo de Tarragona y esa belleza me produce una gran felicidad. El arte es belleza.

A: La gente ve más de uno mismo desde fuera con la pintura y te conoce más que tú mismo a través del trazo y demás. Lo he aprendido a lo largo del tiempo: con el trazo, el nervio y el conjunto de colores se dicen muchas cosas. Todavía estoy buscando a un Dios que no conozco. La gente ve cosas que yo no veo.

¿Existe una diferencia entre el arte de la actriz y el del pintor?

M: Aldo ha dicho que el arte dramático es más matemático y en eso difiero porque considero que la interpretación es totalmente visceral. Cuando interpreto me muevo muchísimo por la intuición, me mueve lo que me dictan las vísceras y el corazón.

A: Me refería a que hay una estructura matemática que es el guion y luego uno mete la garra y el corazón. En la pintura que hago no hay guion, el guion es la idea y los colores que tengo en mi mente.

¿Viven en el Ampurdán rodeados de naturaleza y animales?

A: Nos hemos largado de Barcelona con la idea de no volver, el niño va a un colegio rural en el que solo hay veinte niños, sale del cole y va a jugar al río, monta a caballo y recoge los huevos de las gallinas.

¿Cómo pasaron el confinamiento?

M: Me siento egoísta cuando digo en las entrevistas que vivo en el campo en plena libertad, pero el tema del covid me ha afectado muchísimo emocionalmente, sentía que vivía muy alejado de la realidad. La primera vez que fui a Madrid y me enfrenté a la cruda verdad lo pasé mal. Entonces fui consciente de lo que había sufrido la gente.

¿Le ha cambiado la vida?

M: No, luego me adapté. A mí no me asombra que Aldo ahora sea pintor, él tiene tantas ideas en la cabeza que si ahora me dijera ‘quiero ser ceramista’, lo entendería.

A: A mí me ha hecho ver lo que realmente quiero y lo que no. Me quiero dedicar a la belleza. Ha sido un descubrimiento, quiero trabajar solo con la belleza, no quiero trabajar en una empresa con empleados.

¿Cuál es su próximo proyecto común?

A: La casa. La hacemos juntos con el corazón. Como tiene terreno es un proyecto a largo plazo. Tenemos nuestra granja y pequeño paraíso.

M: Lo mismo en unos años Aldo me dice que quiere ser decorador.

¿Qué rueda ahora?

M: Estoy produciendo una película e inmersa en mi labor de productora. Acabo de terminar de rodar una película en Tenerife en la que trabajo como actriz que se llama ‘Todos lo hacen’. Es muy gracioso porque en febrero grabé otra que se llama ‘Y todos arderán’ y ahora esta se llama ‘Todos lo hacen’. Voy a empezar a rodar una serie, pero no puedo contar mucho sobre ella.

¿Qué sueñan los dos?

A: Sueño con colores.

M: Con llegar a viejecita dedicándome a mis nietos y a actuar, que es lo que me apasiona.

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