«Igual que los ERTE se convirtieron en un salvavidas para los trabajadores, aunque muchas veces un ERTE no sirve ni para pagar el alquiler o hipoteca, ahora pedimos el mismo salvavidas para las empresas», expresa Alfonso Rojo.

El empresario recalca que, a principios del año pasado, las empresas se endeudaron al máximo, pero ya no pueden endeudarse más. «Debemos poder llegar a mayo con oxígeno en los pulmones. Por ello pedimos a las administraciones, tanto locales como insulares, autonómicas y estatales, el impulso de medidas de salvaguarda a las pymes de las Pitiusas».

«Las medidas que se han tomado han dejado a la empresa en segundo lugar, lo que no significa que la hayan olvidado», apunta, por su parte, el vicepresidente de CAEB, José Antonio Roselló. «Las ayudas para las empresas han ido enfocadas a los préstamos y créditos ICO o los del ISBA, reducciones de Seguridad Social y algo para autónomos. Son medidas que estaban pensadas para una crisis que iba a ser corta, pero se está alargando más de lo que se esperaba y ahora son insuficientes», recuerda Roselló, quien subraya que es una situación «muy difícil de gestionar» que se está dando en toda Europa.

El representante de Pimeef destaca que, aunque seguro que en la península hay empresas que están trabajando con relativa normalidad, en las islas, donde se vive del turismo, no se deben seguir cobrando las mismas tasas e impuestos. «Lo que no puede ser es que tengamos que pagar impuestos mientras estamos cerrados».