Antoni Marí Ribas Frígoles prometió ser parco antes de asegurar que de todos los premios que le han dado en su vida «éste es el más importante». En un tono similar se expresó Erwin Bechtold cuando explicó: «Están ustedes ante un pintor y los pintores no hablan mucho». Dos de los protagonistas más veteranos de la noche dejaron los huecos justos para que fueran rellenados por otros premiados y por el presidente del Consell, Vicent Marí, que dijo: «Tenemos la suerte de estar rodeados de personas y entidades excepcionales, que desde ámbitos y proyectos muy diferentes ayudan a construir un futuro común y cada día mejor para nuestra isla».

Estas frases se escucharon ayer en el acto de entrega de las Medallas de Oro de la isla de Ibizay de los Premios al Mérito Ciudadano. Frígoles, reputado y conocido ceramista, discípulo de Daifa y maestro de muchos que han llegado después, fue el primero en recibir su reconocimiento a la labor de tantos años con el Premio al Mérito Ciudadano. Se acercó al micrófono y tras dar las gracias a la corporación del Consell por el galardón, añadió: «No voy a hablar mucho. Me han dado muchos premios en mi vida, pero este quizá sea el más importante. Muchas gracias, buenas noches y bones festes».

La importancia de ser reconocido en su propia tierra fue un elemento común en los agradecimientos de la mayoría de los premiados. Fue el caso del miembro de la Guardia Civil Ismael Moreno, que reconoció la importancia que tiene Ibiza para él y su familia. Moreno recibió otro de los Premios al Mérito Ciudadano, por tirarse al mar a rescatar a un pescador. Él mismo explicó que la oportunidad de cumplir con la imagen que siempre tuvo de pequeño de lo que quería hacer como guardia le llegó el día que sacó del agua a Luis Manuel cerca de Cala Tarida: «Ese día me di cuenta de que merecía la pena estar en el cuerpo».

Pedro Cárceles, responsable del programa 'Un mar de posibilidades', recibió el mismo galardón. En su caso, por la labor al frente de una iniciativa que ofrece oportunidades terapéuticas, lúdicas y deportivas a personas con discapacidades y en riesgo de exclusión. Cárceles, que no estaba presente, envió un vídeo con su discurso: «Los discapacitados que se encuentran internados en centros sufren mucho con esta situación [de pandemia], así que hay que garantizar que las medidas que se toman sean coherentes y que eliminen el miedo».

Marí, en su discurso institucional, explicó: «[Hoy hemos hecho] un reconocimiento a los ejes básicos de nuestro propio desarrollo como sociedad y como isla, un reconocimiento a la solidaridad, a la cultura, a la libertad, al compromiso y la responsabilidad».

Como eje básico supone la labor del cuarto Premio al Mérito Ciudadano entregado anoche. El que recogió María Planells, en nombre de la Congregación Terciarias Trinitarias de la Llar Mare del Remei, que gestiona un centro de menores para niños de 0 a 12 años. «Es un servicio que siempre será necesario, ya que tristemente, los niños están muy desprotegidos. Este trabajo nos ha enseñado a ser más humanas, más humildes, más comprometidas y a no juzgar».

Tras estos primeros cuatro premios llegó un interludio a cargo del chelista Carlos Vesperinas. Tocó el Preludio de la Suite para chelo Nº 1 en Sol mayor de Johan Sebastian Bach y el 'Cant dels ocells'.

Medallas de oro

A continuación llegó el turno de las Medallas de Oro. Reconocimientos a una trayectoria en favor de la sociedad ibicenca. El primero en recibirlo fue el pintor de origen alemán Erwin Bechtold, que destacó la importancia de recibir el premio como un ibicenco más. Bechtold llegó a la isla en 1954 y se instaló definitivamente en 1958. Formó parte del grupo Ibiza 59, con el que ayudó a conectar la isla con la vanguardia cultural europea. Tras explicar que los pintores no hablan mucho porque lo hacen sus obras, agradeció el galardón. «Lo importante de esta medalla es que es para un Erwin Bechtold ibicenco», explicó el artista, que minutos antes del acto aseguraba que la isla ha sido el lugar de nacimiento de toda su obra pictórica en estos 66 años.

Finalmente, recogió la medalla en nombre del Institut d'Estudis Eivissencs (IEE) Marià Mayans, su actual presidente, precisamente en el año en que la institución cumple su medio siglo de vida ininterrumpida. «Si el IEE tiene un prestigio y una base social es por la gente que ha trabajado en él antes que nosotros», dijo Mayans, que añadió: «Este premio es un empujón para seguir adelante. Nuestro trabajo es aprender y enseñar Ibiza».

El presidente del Consell, además de recordar a los desaparecidos por la pandemia y a los trabajadores esenciales, concluyó: «En momentos tan complicados e inciertos como los que nos ha tocado vivir a causa del Covid-19 es más necesario que nunca defender y preservar la solidez de una sociedad que está orgullosa de su pasado y defiende su futuro».