Un gran dispositivo de la Guardia Civil está registrando desde primera hora de la mañana una finca rústica de las afueras de Binissalem donde sospechan que podrían haber asesinado a un hombre y escondido su cadáver. En la operación , fruto de meses de investigación, participan decenas de agentes de la Policía Judicial y Seguridad Ciudadana, con perros adiestrados en la localización de cuerpos, excavadoras y buzos para revisar los pozos. (Mira aquí las imágenes de la búsqueda)

El sospechoso del crimen es Juan Torres Serra, alias 'Rotavella' y 'el Pirata', un veterano delincuente ibicenco de setenta años con múltiples antecedentes y condenas por delitos violentos, y que ya fue investigado por tres misteriosas desapariciones en Eivissa a lo largo de las últimas décadas. El hombre nunca llegó a ser juzgado por estos crímenes porque nunca aparecieron los cadáveres. El sospechoso ha sido detenido esta mañana por la Guardia Civil y está presente durante el registro que realizan en la finca de Binissalem.

La última desaparición que se le imputa a Juan Torres es la de Antonio L.M., un hombre de 48 años con el que había compartido vivienda, una finca rústica en las proximidades de Binissalem, durante el último año. Este hombre desapareció el pasado 24 de agosto. Cuando sus familiares acudieron a la casa, extrañados tras varios días sin saber de él, encontraron allí a Juan Torres Serra, que les dijo que se había marchado a Ibiza y le había dejado un documento firmado por el que le permitía residir en la vivienda durante un periodo de varios años.

Enemigo público número 1 de Ibiza

Enemigo público número 1 de IbizaCuando la Guardia Civil recibió la denuncia de la desaparición y comprobó los antecedentes de Juan Torres se encendieron todas las alarmas. Se trata de un delincuente con numerosos antecedentes por delitos violentos, y que a finales de los años noventa fue considerado el enemigo público número 1 en Ibiza. Pero lo más inquietante es que ha sido investigado y detenido en las últimas décadas por las desaparicion de tres hombres, cuyos cuerpos nunca aparecieron. Los tres casos mostraban una sorprendente similitud con la del propietario de la finca de Binissalem.

El abogado Antonio Ferrer Juan, de 77 años, desapareció en Ibiza el 4 de diciembre de 1997, después de que comentara a algunos allegados que Juan Torres le amenazaba para que le diera dinero. Su coche apareció en la casa en la que residía Juan Torres. El propietario de este domicilio, el alemán Thomas Egner, de 41 años, desapareció en enero de 1998.

Juan Torres declaró posteriormente que se había marchado de viaje a Sudamérica y le había dejado a él al cuidado de la casa. Nunca se supo nada más de él. Hubo un tercer desaparecido en Ibiza en 2007, Francisco López Álvarez, de 60 años, que también estaba relacionado con Juan Torres. La Guardia Civil estaba convencida de que Juan Torres habría dado muerte a los tres hombres y había hecho desaparecer los cadáveres, pero la ausencia de los cuerpos impidió que se le procesara por estos delitos.