El centro de salud de Sant Antoni contará con 330 paneles de placas solares que permitirán el autoabastecimiento de energía renovable y podrán producir un total de 138.176 kWh, que serán consumidos en el mismo edificio, lo que evitará la emisión de 110 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera, informó ayer el área de Salud de Ibiza y Formentera.

Las pérgolas solares, que se ubicarán en el aparcamiento del centro de salud, comenzaron a instalarse la semana pasada y ocuparán la cubierta de un nuevo techado de la zona de estacionamiento.

Estos trabajos, que no afectarán a la actividad asistencial, precisan de la cimentación y el montaje de estructuras metálicas. Para ello se vallarán algunas zonas del aparcamiento y para garantizar su uso parcial se desarrollará en tres fases, ocupando y liberando diferentes áreas de forma progresiva para disponer «en todo momento del mayor número de plazas posibles», indicaron desde el área de Salud.

La duración de la obra -promovida por Endesa e incluida en el contrato de suministro de energía suscrito con la dirección general de Energía y Cambio Climático del Govern- será de ocho semanas y cuenta con un presupuesto de 101.244 euros, sin incluir el IVA.

Según las citadas fuentes, esta instalación supondrá un ahorro de más de 120.000 euros en seis años, evitará quemar más de 31 toneladas de combustible al año y significará un ahorro anual de energía primaria de 363.627 kWh.

En 2019 se instalaron 1.145 paneles solares en el hospital Can Misses y en los centros de Salud de Vila y Sant Jordi, con una producción anual de 447.190 kWh. El hospital de Formentera también tiene placas que le permiten abastecerse del 8 % de su consumo.