La mañana del jueves 8 de octubre, horas después de que la Policía Local hubiera sancionado el bar de Palma en el que Francina Armengol estaba de madrugada con varios acompañantes, el jefe del cuerpo publicó una instrucción en la que recordaba a los agentes la prohibición de hablar con medios de comunicación. «Cualquier incumplimiento de estas obligaciones atenta no solo contra nuestra organización policial, sino que viola los mismos fundamentos de la profesión policial, y quien los incumple (...) no puede llamarse servidor público», indica la dura instrucción firmada por José Luis Carque Vera. El Ejecutivo autonómico aseguró ayer que Francina Armengol y sus acompañantes abandonaron el local «alrededor de la una». Y que solo dos personas - el conseller de Movilidad y Vivienda, Marc Pons, y el director general de Comunicación, Álvaro Gil - acompañaban a la presidenta. Sin embargo, el propietario del bar Alexander Rodríguez cifró en seis la comitiva.