La Asociación de Autónomos de la Ciudad de Ibiza, la mayoritaria con diferencia en Vila, desafía de nuevo al Ayuntamiento de Ibiza al incumplir la prohibición de que su operador de GPS dé servicio a taxistas de fuera del municipio. Alejandro Cardell, presidente de este colectivo y a su vez de la Federación Insular del Taxi, el órgano a través del cual se presta el servicio de GPS a todos los taxistas de la isla, reconoció ayer que «no se aplica» la prohibición porque el Consistorio no ha dictado ningún decreto, sino que les ha remitido «un informe técnico, que no ordena nada». «Si quieren obligar algo, que nos lo ordenen».

El concejal de Movilidad, Aitor Morrás, explicó luego que el reglamento del GPS no contempla que el operador que firmó el convenio con Vila dé servicio a taxistas de fuera del municipio. «Es que la orden ya está, no hace falta emitir ningún decreto para hacer cumplir una cuestión que ya está reglamentada. El informe recuerda lo que marca la normativa», dijo.

Acto seguido, Morrás advirtió de que el Ayuntamiento «adoptará las acciones oportunas, como cuando cualquier otra empresa o ciudadano incumple las normas». «Debemos actuar, más aún sí tenemos conocimiento cierto de este incumplimiento porque así lo han manifestado», agregó.

El anterior pulso que la asociación mayoritaria de taxistas de Vila mantuvo con el Ayuntamiento se saldó con la apertura de un expediente de sanción de 6.000 euros por desobediencia. En concreto, el Consistorio emitió un decreto a finales de 2018 en el que suspendía el uso del GPS en el municipio por la negativa de la asociación a firmar un convenio para regular su funcionamiento.

Los taxistas desoyeron esta prohibición y siguieron operando con el GPS. Finalmente, en mayo de 2019, ante la entrada de un segundo operador (Nitax), la asociación mayoritaria claudicó y firmó el convenio pero sin dejar de operar con el GPS en ningún momento.

El reglamento municipal del GPS establece en su artículo 5 que la asignación de servicios se hará «a vehículos adscritos a una de las licencias de taxi del municipio de Ibiza», por lo que el informe municipal concluye que se deben excluir los de fuera y reconfigurar los GPS para cumplir el reglamento.

Precisamente, la decisión de Vila ha provocado que el Consell haya consensuado con los ayuntamientos, en apenas unas semanas, la revisión de la orden de carga (para todos los municipios) con la incorporación del uso del GPS, que ahora no está regulado, y con ello solventar la traba normativa de Vila. Es decir, que todos los municipios cuenten con las mismas reglas en el uso de este servicio de geolocalización de las llamadas.

Por su parte, Cardell se reunió ayer con el alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz, del PSOE, para que este le confirmara si está de acuerdo con las decisiones adoptadas sobre el sector del taxi por el concejal de Movilidad, Aitor Morrás, de Unidas Podemos. En contra del criterio del presidente de la Federación Insular del Taxi, Morrás también participó en el encuentro, en el que Ruiz le dijo que estaba en sintonía con las políticas de su socio de gobierno. Cardell sostiene que Morrás es «un interlocutor que no está a la altura» para abordar los cambios en el servicio del taxi.

Concentración de 35 taxistas

Concentración de 35 taxistas

Cardell se niega a que los representantes de las asociaciones de asalariados participen en las reuniones en las que se aborda la normativa del sector, y así se lo hizo saber al alcalde. Un grupo de 35 taxistas se personó en la puerta del Ayuntamiento para apoyar al presidente de su asociación.

Sobre la orden de carga, Cardell considera que el porcentaje asignado a los turnos de guardia, del 15% de los taxis, para cubrir servicios sólo de su municipio es «elevado». «Se arregla una cosa [la cobertura de servicios en zonas alejadas de los núcleos urbanos], pero se desharán otras», dijo, en referencia a que se dará la circunstancia de que circularán taxis vacíos de otros municipios frente a turistas que necesitan un taxi y no podrán pararse. «Se creará una dinámica absurda de vehículos yendo de un lugar a otro sin cargar», dijo.

En cuanto a la decisión del Consell de que los taxímetros dejen de tarifar cuando se rebasen los 100 kilómetros por hora, el presidente de la asociación mayoritaria de taxis de Vila asegura que no hay más remedio que aceptarla. «Si hay que ir a 100 km/h [la velocidad máxima en la que se puede circular en dos tramos de la autovía de Sant Antoni] se va a 100 km/h, aunque sería más cómodo no estar pendientes de ello. Estamos para dar servicio y cumplir las normas, pero si un pasajero tiene prisa porque llega tarde al aeropuerto, llegará tarde», indicó Cardell.