El Ayuntamiento aún no ha hallado las causas por las que el agua de lluvia se filtra en la red de saneamiento que desemboca en la depuradora de Can Bossa y que provoca desde hace años vertidos de fecales en el Parque Natural de ses Salines. El segundo teniente de alcalde, Ángel Guerrero, explicó que los técnicos necesitan «una cámara», que se comprará, para recorrer el interior de las tuberías. «Sin la cámara tenemos poco margen de maniobra».