El aguacero que cayó ayer en Ibiza y la previsión meteorológica de hoy han reducido la tercera edición de la Fira de la Sal a una mínima parte de su programa, eliminando todas las actividades previstas en el exterior, tanto en la torre des Carregador como en los estanques salineros. No obstante, las mesas informativas que formaban un recorrido didáctico junto a los montones de sal pueden contemplarse en las instalaciones de La Nave.

El Ayuntamiento de Sant Josep ya había avisado el viernes de que, en caso de lluvia, la inauguración de la feria, prevista junto en la explanada donde se amontonaba antiguamente la sal, se trasladaría al interior de La Nave. La tormenta que arreciaba por la mañana tampoco invitaba a visitar la feria, así que a las once de la mañana, la hora prevista para el comienzo de la cita, sólo se encontraban autoridades, el personal del Parque Natural de ses Salines, efectivos de la Policía Local y Protección Civil, técnicos y el equipo de la organización.

Turistas del Imserso

La lluvia seguía cayendo con intensidad mientras se decidía si empezaba o no la inauguración del acto, ya que no había visitantes ni se preveían con ese temporal. Pero, en un momento en que amainó el aguacero, se vislumbró a un grupo de personas que llegaba del aparcamiento del autobús, turistas del Imserso en su mayoría. Así que ya se contaba con una cincuentena de personas en La Nave para empezar el acto.

El discurso del alcalde de Sant Josep reflejó su desilusión porque la meteorología desluciera la tercera edición de esta Fira de la Sal, de la que destacaba que se había consolidado, después de unas primeras ediciones «en las que no se sabía bien hacia donde ir». También explicó que «en un comité de de urgencia ante el temporal», como calificó bromeando, habían decidido que se mantuvieran las actividades previstas en el interior.

En las anteriores ediciones de la feria, se prendía una hoguera junto a los estanques durante la inauguración. Este acto simbólico se recrea en recuerdo de cuando, en épocas pasadas, el humo que se hacía visible en los alrededores, de mayor espesura que el del fuego normal, servía de aviso para informar de que se necesitaban hombres para trabajar en la recogida de la sal. Esta actividad temporal sirvió históricamente como un complemento económico para muchas familias ibicencas. En esta ocasión, la hoguera fue una recreación virtual, proyectada en una pared del antiguo depósito de sal.

Una de las actividades preparadas con mayor esmero por el personal del Ibanat en el Parque Natural ha podido mantenerse en el programa de actividades. Se trata de las mesas informativas que iban a formar un recorrido divulgativo junto a los estanques y los montones de sal de ses Salines y que han sido trasladas a La Nave.

En ellas se empieza explicando que un litro de agua de mar contiene 36 gramos de sales por litro, de las que 30 corresponden a sal pura. «El trabajo de los salineros se destina a eliminar esos seis gramos de otros componentes», explicaba Núria Valverde, técnica del Parque Natural. Así, el agua del mar pasa al primer estanque, «donde se encuentran lisas, flamencos o artemias y se llega a una concentración de 85 gramos de sal por litro». «En los siguientes se llega a unas concentraciones tan altas como en el Mar Muerto, entre 350 y 370 gramos de sal por litro, y allí viven microorganismos», detalló Valverde.

Clicks salineros

En las siguientes mesas didácticas se pueden observar con microscopio las artemias rosadas, que sirven de alimento a los flamencos y les transmiten su color. También se advierte de las especies invasoras, como el cangrejo azul que «se ha detectado en el último año y que se carga al cranc sabater autóctono», advierte la educadora medioambiental Marta Tur.

Pero uno de los espacios que más llama la atención es el dedicado al trabajo de los salineros, que cuenta con una maqueta a modo de jardín zen en el que la sal se rastrilla con las herramientas usadas en la extracción de sal, que han sido elaboradas en miniatura por uno de los técnicos del Parque Natural, Vicenç Forteza. Un montaje con clicks de Playmobil sirve para recrear el trabajo de los salineros, en el que sus gorros de paja y capazos han sido confeccionados a mano por los técnicos y también por la madre de Núria Valverde.