La Asociación de Vecinos de Jesús, Es Burrell y Cap Martinet instan a las autoridades competentes a que controlen las obras de la carretera de Santa Eulària para evitar que se produzcan «chapuzas como las de la variante de Jesús». El Consell, por su parte, asegura que ha aprendido de «los errores de planificación cometidos por el anterior gobierno del PP con la travesía de Jesús y la carretera de Sant Joan» y que ha previsto «todos los mecanismos» para evitarlos en el desdoblamiento de la carretera de Santa Eulària.

«En base a las lamentables experiencias del pasado rogamos a funcionarios, políticos y autoridades competentes que hagan un seguimiento exhaustivo de proyectos, empresas y de todo cuanto proceda en las obras de la carretera de Santa Eulària», reclama este colectivo vecinal a través de un comunicado. Asimismo, exigen que este control es necesario para asegurar que «la chapuza, desesperación, sufrimiento y graves perjuicios sufridos en el pasado por razón de la ejecución de la carretera de Jesús no vuelven a repetirse en el futuro». Desde el colectivo vecinal reconocen que carecen de «competencias y conocimientos para calificar las eventuales propuestas presentadas para la ejecución de las obras, la ponderación de criterios, sus reglas y sus aspectos susceptibles de ser regulados para garantizar un resultado exento de sorpresas, inconvenientes y problemas».

Por ello, apelan a la «capacidad de los técnicos, así como a la sensatez y responsabilidad de quienes tengan que adoptar decisiones de relevancia».

Como consecuencia de esta preocupación vecinal, el Consell de Ibiza explicó ayer en un comunicado las medidas llevadas a cabo para evitar los problemas originados en la travesía de Jesús. En primer lugar el Consell señaló que el departamento de Territorio y Movilidad ha realizado estudios con georradar y prospecciones exhaustivas, previos a la contratación de las obras, para detectar posibles restos arqueológicos en todo el trazado, «medida que el anterior gobierno no hizo ni con el proyecto de la travesía de Jesús ni con la mejora de la carretera de Sant Joan». Asimismo, agregó que «la falta de previsión respecto a los hallazgos de importantes restos arqueológicos en estos dos proyectos, que no se contemplaron ni en el presupuesto ni en la planificación de la obra, fue el causante de las demoras más importantes en su ejecución». En segundo lugar, desde el Ejecutivo insular anunciaron la contratación de un servicio de dirección de obra, que dotará «del máximo control el inicio, la ejecución y finalización del desdoblamiento y de la nueva variante de Jesús». «Este servicio de dirección de obra permitirá anticiparse a cualquier incidencia que pueda aparecer en una obra de estas dimensiones y complejidad técnica». En tercer lugar, recordó que el principal error de la travesía de Jesús fue la decisión del anterior gobierno de ejecutar esta obra antes de realizar el desdoblamiento de Ca na Negreta y la nueva variante de Jesús: «La pacificación de la travesía, convirtiéndola en una vía de características urbanas, se tendría que haber realizado una vez finalizado el desdoblamiento y la nueva variante, y no al revés, como decidió el PP», apuntaron. En conclusión, el Consell sostuvo que «la suma de todos estos errores, junto con la mala ejecución de los trabajos por parte del contratista, provocó los problemas que finalmente tuvieron que sufrir los vecinos y comerciantes de Jesús y usuarios de la vía».

En cuanto al cumplimiento del contrato de obra, exigirán que se ajuste «estrictamente a aquello que establecen los pliegues técnicos»: «Recordamos que la contratación se basa en un procedimiento estrictamente técnico y jurídico y que, en ningún caso, puede depender de una decisión política», concluyó el Ejecutivo insular.