Hace ya tiempo que se sabe que en la época de los romanos la línea de la costa pasaba por debajo del paseo de Vara de Rey (a la altura del nuevo 'árbol' posmoderno de aluminio), el Parque y parte de es Pratet. Por eso, cada construcción que se levanta en esta zona constituye una oportunidad única para conocer algo más de la historia ibicenca. Ahora, las obras de construcción del nuevo hotel de cinco estrellas que se llevan a cabo en el solar del antiguo Cine Serra han dejado al descubierto restos de las más antiguas feixes , que datan de hace 1.000 años y fueron creadas por los musulmanes que vivieron en la isla entre 902 y 1235.

Las feixes eran una zona de cultivo que usaba un ingenioso sistema de riego y que acabarían extendiéndose en los siglos posteriores (hasta principios del XX) por toda la bahía del puerto, creando una fértil huerta que proveía de alimentos a la ciudad, Yabisah.

En las excavaciones dirigidas por los arqueólogos Elise Marlière y Josep Torres, que acaban de finalizar, se han encontrado restos del sistema de canales y acequias (las fibles) que transportaban el agua por capilaridad a través de estas extensiones de cultivo. «No se trata, desde luego, de un yacimiento espectacular o monumental, pero es una pieza más del puzle que son los diferentes yacimientos arqueológicos que se van encontrando en esta zona», explicaba ayer Josep Torres a pie de obra.

La importancia del hallazgo reside, sobre todo, «en el hecho de que por primera vez se ha podido documentar que las feixes son una creación islámica de los siglos X o XI». Esto es algo que ya se suponía por varios indicios y trabajos «teóricos», pero ahora los arqueólogos han encontrado un fragmento (bien es cierto que pequeño) de este sistema de cultivo, en estado casi intacto.

Por debajo del terreno que se ha excavado ya sólo estaba el nivel marino, sobre el cual se fue depositando a lo largo de las centurias la tierra que arrastraban las lluvias desde las montañas y terrenos de la zona de Can Misses. Esos sedimentos iban ganando terreno al mar y formarían ses Feixes.

En el solar se han hallado además restos que ayudarán a comprender mejor cómo era la agricultura y la ganadería de la Ibiza musulmana. Por ejemplo, se ha encontrado el esqueleto completo de una cabra, uno de los animales domésticos que ya existían entonces.

Madera de hace diez siglos

También se han recuperado trozos de madera que han logrado sobrevivir intactos durante estos últimos mil años. «Podrían ser fragmentos de viña», anticipa Torres. La vid fue el cultivo predominante en la isla ya desde la época de los púnicos, cuando barcos cargados con ánforas repletas del vino ibicenco surcaban el Mediterráneo. «Pero los musulmanes no bebían vino, así que usaban las viñas para producir pasas», señala el arqueólogo.

Y aún ha deparado dos pequeñas sorpresas más este yacimiento, más antiguas aún, pues procederían de la época púnico-romana, es decir, mil años antes de los musulmanes. Una de ellas es el hallazgo de tres balas de plomo, en forma de glande, usadas habitualmente para tirar con honda u otros útiles manuales, lo que sugiere que «este lugar podría haber sido el escenario de alguna batalla», especula Torres, pues no en vano la isla vivió varios episodios bélicos en la época a la que pertenecieron estas balas.

Además, se ha encontrado una fíbula, «o sea, una especie de imperdible para atarse la toga», de la misma época romana, decorada con motivos reticulados. Y es que el uso de esta vestimenta no era algo exclusivo del Senado romano, sino que los ciudadanos más relevantes de la antigua Ebusus vestían dicha prenda.

Ahora, una vez finalizado el trabajo de campo para que continúe la construcción del hotel, viene la parte más laboriosa, consistente en el análisis, estudio, investigación y publicación de los hallazgos realizados.

Sea como sea, mediante pequeños solares como este es posible ir reconstruyendo el aspecto que tenía el entorno de la ciudad en el siglo X o XI. En los vecinos yacimientos del teatro Pereyra, por ejemplo, excavados hace aún muy poco tiempo, se hallaron restos que demuestran que allí había en época romana «edificios importantes, posiblemente públicos», que podían ser o bien de tipo político, religioso o incluso recreativo. No todo eran feixes, por tanto: «Es algo que deberá irse estudiando a través de yacimientos como este», señala Josep Torres.

También cerca del solar del viejo Cine Serra, bajo el antiguo edificio de los sindicatos, se encontraron hace siete u ocho años los restos de un cementerio musulmán o maqbara, «uno de los varios que había», precisa Torres. Hombres y mujeres que trabajaron en las feixes ahora descubiertas acabarían sepultados seguramente en ese cementerio vecino.

Son, como afirma el arqueólogo, pequeñas pero ilustrativas piezas del gran rompecabezas que al fin y al cabo constituye la historia.